2022 termina con una pérdida de poder adquisitivo de más de 5 puntos para las personas trabajadoras
Fecha: 13 Ene 2023
El promedio de las tasas anuales del IPC ha sido en 2022 un 8,4%, mientras que los salarios solo han aumentado, de media, un 2,8%
Los datos definitivos de IPC del mes de diciembre, publicados hoy por el INE, muestran una tasa anual de aumento de los precios del 5,7%, siendo el valor más bajo observado en todo 2022. De esta forma, el conjunto del año cierra con un promedio de las tasas anuales del 8,4%, un valor muy superior a los registrados en las últimas cuatro décadas.
Estos datos coinciden con la publicación, esta semana, de la variación salarial en convenio, que refleja que, de media, en 2022 aumentaron los salarios apenas un 2,8%, 5,6 puntos menos que lo que lo hicieron los precios. Esto supone una grave pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras, que concatena dos años seguidos con una pérdida de poder de compra tras atravesar la recesión provocada por la pandemia y, en 2022, el shock generado por la invasión rusa de Ucrania.
Para UGT, la subida de los salarios resulta urgente y necesaria. Si no se evita la pérdida de capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras, la evolución de la economía española se podría ver comprometida al reducir considerablemente la posibilidad de consumir para una buena parte de los hogares. Ante la posibilidad de que la desaceleración económica sea peor, el sindicato considera fundamental que se mantenga una política fiscal expansiva, también desde la Unión Europea, y se contengan los tipos de interés, ya que la subida de los tipos decidida por el Banco Central Europeo está agravando la capacidad de afrontar los costes hipotecarios para muchas familias.
Es imprescindible que los salarios reales no se reduzcan y que la política fiscal y monetaria respondan con decisión y coherencia a una coyuntura colmada de incertidumbre.
La guerra de Ucrania ha acelerado el aumento de los precios en 2022
La guerra en Ucrania ha sido un factor clave que explica en buena medida la fuerte aceleración que tuvo la inflación a principios del año, algo que se puede constatar viendo la escalada de la tasa anual del IPC tras el inicio del conflicto hasta llegar a superar en varios meses el 10%. No obstante, este hecho ha servido también de coartada para que muchas empresas aprovechen para ampliar sus márgenes de beneficios y agravar aún más la situación para las personas trabajadoras, algo que UGT ya ha expuesto en su documento: “Los beneficios empresariales crecen a costa de los salarios”.
Tras un 2022 con un nivel de los precios que ha impactado fundamentalmente en los productos básicos, como los productos energéticos (29,5% en media) o los alimentos (11,9% en media), el problema se vuelve mayor para las personas trabajadoras con rentas bajas, cuyos presupuestos incluyen en mayor proporción estos productos. Estas personas, que constituyen mayoritariamente el conjunto de perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), necesitan de una subida salarial hasta los 1.100 euros para 2023 que les permita recuperar parte de la capacidad adquisitiva perdida durante los últimos años.
Datos de interés
El INE ha registrado una tasa anual del IPC para el mes de diciembre del 5,7%, 1,1 puntos menos la del pasado mes. Por su parte, la variación mensual ha sido del 0,2%.
En lo concerniente a la inflación subyacente, que no incluye los productos energéticos y los alimentos no elaborados, este mes se ha producido un aumento de su tasa anual hasta el 7,0%, siete décimas más que en noviembre. De esta forma, alcanza su máximo en todo el año y cierra el conjunto de 2022 con un promedio de sus tasas anuales del 5,2%.
El INE señala que las causas del descenso de la tasa anual del nivel general de los precios se encuentran mayoritariamente en la evolución de los precios de la electricidad y de los carburantes, frente al comportamiento que se observó en diciembre de 2021. Por su parte, es preocupante que el grupo con mayor influencia al alza en la evolución de la tasa anual haya sido el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que cifra su tasa anual de variación en el 15,7%, el valor más alto en su serie histórica, que comenzó en enero de 1994.