Jesús Gallego, que ha intervenido en un acto de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y del Instituto Sindical Europeo (ETUI) para hablar sobre el “Diálogo Social Nacional en España. Contribución al futuro de la gobernanza de la UE”, defiende más Europa Social para abordar la crisis económica provocada por la invasión rusa de Ucrania.

El Secretario de Relaciones Internacionales de UGT, Jesús Gallego, ha señalado que “el contraste en la gestión ante la crisis financiera de 2008 y la crisis de la Covid 19 nos permite extraer lecciones y aprender para afrontar la crisis derivada del conflicto en Ucrania”.

En este sentido, ha dicho que “el éxito de la respuesta a la crisis de la COVID-19 estribó en tres factores. El primero de ellos fue que “las reglas fiscales fueron suspendidas y no se sancionó a los Estados que atravesaban dificultades financieras” (por el contrario, se les dio margen para que promovieran políticas contracíclicas, confiando en que solo la recuperación de la actividad económica les permitiría hacer frente a los pagos en el futuro).  Segundo se crearon instrumentos financieros comunitarios para responder colectivamente a shocks comunes; y en tercer lugar “se confió en el papel del diálogo social para coordinar políticas de sostenimiento del empleo. Políticas que funcionaron como mecanismos estabilizadores de la economía y la sociedad.

Elementos que contrastan diametralmente con la respuesta que Europa dio a la Gran Recesión y que conllevo más desigualdad social y laboral. Se impusieron reglas fiscales estrictas de reducción del gasto público y recorte de derechos y se anularon los mecanismos de control democrático a escala nacional, interrumpiendo el diálogo social e imponiendo políticas impopulares, entre otras medidas. 

Gallego ha afirmado que al igual que la crisis provocada por la Covid sirvió para virar las posiciones europeas hacia una respuesta fiscal y monetaria ambiciosa, más integradora y dialogante, la crisis de Ucrania podría servir para: “imponer una regulación eficaz de mercados oligopólicos de funcionamiento imperfecto; consolidar nuevas reglas fiscales que actúen en favor, y no en perjuicio, del Estado Social Europeo; y consolidar una política monetaria al servicio de los Estados Miembro”.