La Union General de Trabajadores (UGT) lamenta el anuncio del Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, reconociendo al diputado Juan Guaidó como “presidente encargado” de la República Bolivariana de Venezuela, una pésima noticia para la búsqueda de una solución justa y pacífica para el país sudamericano.

Si Sánchez ha justificado en su comparecencia el carácter multilateral de la decisión española, y ha apelado a una supuesta posición común en la Unión Europea (UE) liderada presuntamente por España, lo cierto es que no todos los países de la UE se han manifestado en el mismo sentido. Además, el presidente español mencionó el permanente contacto que su gobierno ha mantenido con países iberoamericanos en relación a este tema, pero no ha especificado con qué países iberoamericanos ha estado en contacto. En Iberoamérica existen diferentes posiciones y es importante señalar que los presidentes de izquierda de México, José Manuel López Obrador; de Uruguay, Tabaré Vázquez; junto al conjunto de la Comunidad del Caribe (CARICOM), llevan semanas apelando al establecimiento de una instancia de diálogo con el objetivo de mejorar la situación democrática y social de Venezuela, y dirigido a evitar intervenciones extranjeras en el país sudamericanos y evitar una confrontación fratricida cuyas consecuencias ponen en riesgo a la región.

UGT considera especialmente preocupante la intención revelada por Sánchez de coordinar el trabajo de España con el Grupo de Lima, por nuclear este grupo a los gobiernos de derecha del continente americano y estar claramente dirigido por las intenciones del presidente norteamericano Donald Trump.

Resulta un pésimo indicio que Sánchez haya mencionado al Grupo de la derecha latinoamericana de Lima y no haya dedicado un segundo a los esfuerzos de México y Uruguay por establecer un diálogo verdadero entre las partes.

Igualmente resulta llamativo que el presidente del Gobierno no haya hecho mención al papel de Estados Unidos en el conflicto, siendo la autoproclamación del diputado Guaidó el resultado de un plan elaborado con el apoyo activo del gobierno de Donald Trump, que ha nombrado a Elliot Abrams, condenado en su momento por los crímenes cometidos en su papel activo en las intervenciones norteamericanas en Centroamérica, como enviado especial para Venezuela. Mencionar a los diferentes actores en este conflicto eludiendo el papel del gobierno norteamericano implica una muestra de inocencia y debilidad política internacional por parte del gobierno español.

Un verdadero compromiso con la democracia

UGT cree que el anuncio de Sánchez es insuficiente para un verdadero compromiso con una solución política, para trabajar en la situación venezolana y para defender una posición alejada del intervencionismo interesado de Donald Trump y sus gobiernos satélites de la derecha latinoamericana (Bolsonaro, Macri, Duque, etc.). El respaldo de Sánchez a esta injerencia política supone una nueva equivocación del gobierno de España, comenzado con el absurdo ultimátum dado al gobierno de Maduro hace ocho días. Este tipo de acciones violan el marco del derecho internacional y solo sirven para favorecer a una de las partes en el conflicto venezolano, lo que no favorecerá la concordia necesaria en el país caribeño.

El compromiso expresado por Sánchez a favor de la democracia, al respeto de los Derechos humanos y la pluralidad política, sería una buena noticia sino fuese utilizado cuando se habla únicamente de un país. Como recuerda UGT, estas situaciones, claramente presentes en Venezuela, afectan no solo al país sudamericano sino a una enorme cantidad de países en la región, como Brasil, Argentina, Colombia, Guatemala y Nicaragua, por citar sólo algunos casos, o a otros muchos en Asia, África y Europa. Un verdadero compromiso con la solución a estas graves situaciones no puede provenir del seguimiento de la agenda del gobierno de Trump y los gobiernos de derecha de la región, liderado por Jair Bolsonaro.

Un diálogo respetuoso con el derecho internacional

En consecuencia, la Unión General de Trabajadores pide al gobierno de España reconsidere la posición anunciada hoy por Pedro Sánchez y dirija sus esfuerzos a la construcción de un verdadero diálogo que restaure el funcionamiento democrático y un desarrollo económico justo para los trabajadores venezolanos. Un diálogo respetuoso con el derecho Internacional, que respete la autonomía de las partes, y en el que las organizaciones sindicales y sociales de Venezuela sean parte fundamental del proceso.

Por último, UGT quiere reiterar su compromiso con la Confederación Sindical de las Américas (CSI), así como con sus centrales sindicales afiliadas, al igual que con el resto de expresiones organizadas de los trabajadores del pais, las verdaderas víctimas del conflicto social, económico y político en el que se vive en Venezuela y que se dirime fuera de sus fronteras. El diálogo, la calma y el respeto escrupuloso a los Derechos Humanos y al derecho Internacional son las únicas herramientas que garantizarán una solución pacífica y duradera.