“El teletrabajo se define como la actividad laboral realizada fuera del lugar de trabajo habitual, utilizando medios telemáticos o informáticos para interactuar con otros colegas o empleados” ha expuesto Paula Ruiz, Coordinadora Confederal de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT y Vicepresidenta de EUROCADRES. Ruiz ha hablado sobre las perspectivas de futuro para el teletrabajo en el marco de la jornada de UTC-UGT ‘Teletrabajo: análisis sindical’. 

En su intervención, la Coordinadora de UTC, ha analizado las nuevas tendencias asociadas al teletrabajo, ha planteado los beneficios y desventajas de esta modalidad, y ha reivindicado que el teletrabajo va asociado también a derechos laborales. Además, ha propuesto algunas recomendaciones para personas que trabajan en remoto. 

Ruiz ha explicado que el teletrabajo está en aumento desde hace tiempo, y “paraeste año se estima que más de un tercio de la fuerza laboral mundial estará teletrabajando”. Este fenómeno tiene un impacto en varios ámbitos del mundo laboral. Según el informe ‘The future of work 2023’, “el teletrabajo y los freelancers son dos tendencias clave de este cambio”, con un gran impacto en cómo las empresas “diseñan sus negocios y operaciones”. 

Por otro lado, existen cuatro modalidades de teletrabajo: el teletrabajo remoto, en que la persona trabajadora se encuentra en una ubicación distinta de la oficina habitual; la telepresencia, en que se conecta con un monitor ubicado en su propio ordenador en la oficina; el trabajo flexible, en que se combina lo presencial y el trabajo en remoto; y el teletrabajo desde casa, en que la persona trabaja desde casa conectándose a la red mediante un ordenador, Tablet o smartphone. 

Cada una de estas tipologías tiene sus ventajas y desventajas propias, pero Ruiz ha hablado sobre los beneficios y debilidades comunes de las varias formas de teletrabajo. Entre otras aportaciones, el teletrabajo puede suponer “mayor flexibilidad y control sobre el tiempo de trabajo”; la libertad de trabajar “sin límite de ubicación geográfico”; puede “reducir los gastos” en desplazamientos, contribuir a la concentración y productividad, etc. Por otra parte, es cierto que suele implicar un menor contacto directo con compañeros y compañeras de trabajo, cosa que puede llevar a una reducción de las relaciones interpersonales; así como un aumento del sedentarismo o del riesgo de “no establecer horarios fijos” y acabar trabajando más horas de las estipuladas; o la no separación entre el espacio personal y el laboral. 

Teniendo en cuenta estos riesgos, Paula Ruiz ha propuesto algunas recomendaciones que pueden ayudar a afrontar el teletrabajo con éxito. La mayoría de ellas giran en torno a la necesidad de establecer unos límites y definir unas estructuras de trabajo. Por ello, es bueno desarrollar un plan de acción con un objetivo claro vinculado a por qué se hace teletrabajo. También es importante establecer horarios y respetarlos, así como crear un espacio de trabajo adecuado. Importante es, asimismo, asegurar descansos o establecer una lista de prioridades diarias para que también contribuyan a trabajar de forma eficiente. El teletrabajo requiere “una gran cantidad de disciplina y perseverancia”, pero puede resultar muy beneficioso si se hace de forma organizada.