UGT ha remitido a los ministerios del gobierno de España con competencias en materia energética y de acuerdos internacionales de inversión, una carta manifestando su postura respecto a las actuales negociaciones para la modernización del Tratado de la Carta de la Energía (TCE), en línea con la posición tomada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en la reunión de su Comité Ejecutivo del pasado octubre.

En sus casi tres décadas de vigencia, el tratado  de la carta de la energía ha resultado claramente perjudicial para los intereses económicos de España, que ya acumula más de 10 mil millones de euros en reclamaciones y 971 millones de euros a pagar por los casos resueltos. De esta manera, el TCE se ha convertido en un instrumento para poderosas empresas transnacionales en su afán por limitar la capacidad de los Estados de introducir reformas tendentes a procesos de transición ecológica y a la garantía de acceso al derecho a la energía para el conjunto de la población en los Estados parte.

Tras 10 rondas de negociación desde el año 2017, las demandas de transparencia, adaptación a la transición ecológica y eliminación de los tribunales privados de arbitraje no están siendo tenidas en cuenta en el proceso negociador, por lo que desde UGT consideramos que la única vía posible es la salida de España del tratado, ya sea de manera conjunta o unilateral. El importante antecedente de Italia, que en el año  2015 decidió retirarse del tratado, demuestra que la salida del TCE es posible.

Por estas razones, y en línea con lo acordado por la CES, desde UGT hemos trasladado a los Ministerios de Transición Ecológica, al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, nuestra posición de rechazo de la permanencia de España dentro del Tratado de la Carta de la Energía.