Pepe Álvarez y el que fuera Secretario de Organización de UGT, Antón Saracibar, entre 1980 y 1994, recuerdan la grandeza de Nicolás Redondo y su legado.

La música del Bolero de Ravel y multitud de aplausos han recibido la llegada del numeroso cortejo fúnebre que acompañaba el féretro de Nicolás Redondo al Cementerio Civil de Madrid. Un multitudinario acto en el que la familia ugetista, trabajadores y trabajadoras, y ciudadanos, en general, han querido rendir un último adiós a Nicolás, un referente del sindicalismo nacional e internacional.

No obstante, el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, durante su intervención, ha pedido a toda la organización que “el acto de hoy no sea una despedida, sólo el prólogo de muchos actos y recuerdos para trasladar a las futuras generaciones, a nuestros jóvenes, quién es, quién fue Nicolás Redondo, cofundador de la UGT, y cuál ha sido su legado. A eso os animo a continuar trabajando y luchando con su ejemplo de entrega incondicional, de coherencia, de valentía y de buen saber hacer”- ha dicho.

Álvarez, ha agradecido la asistencia de muchas personas anónimas que han pasado y han querido dar su último adiós a Nicolás Redondo, a las organizaciones internacionales “con las que tanto compartió Nicolás y que se han acordado de él en estos momentos en los que nos deja” y, en especial, a su familia, que “tanto han hecho por UGT.  Nicolás ha sido vuestro padre, pero también ha sido el padre de casi todo el país, de los trabajadores y trabajadoras y somos plenamente conscientes de que eso le quito tiempo de estar con vosotros”.

Ha destacado que Nicolás ha sido, sobre todo, “un hombre coherente, que ha sido el padre de la autonomía sindical y que el forjador de la unidad sindical” (una unidad que casi en exclusiva se practica en España).  Ha afirmado que “la UGT de 2023 será fiel a ese legado que nos deja Nicolás Redondo de autonomía sindical.

En la misma línea, Antón Saracíbar ha puesto en valor la figura de Nicolás Redondo y el agradecimiento del sindicato a los que han querido despedir a “un metalúrgico vasco, comprometido y tenaz en la lucha por la causa obrera y el socialismo”.

El acto ha concluido con el himno de la Internacional, más aplausos y aclamaciones reivindicando el papel de UGT.