Una jornada en la que ha señalado que “el fracaso en la implementación del derecho a una vivienda adecuada viene derivado de que, tradicionalmente, esta cuestión ha sido enfocada desde una perspectiva errónea basada en la emergencia y el asistencialismo”.

En este sentido, ha resaltado que, “con nuestro dictamen, en un momento oportuno frente a los próximos procesos electorales en Europa, queremos que no haya posibilidad de que la plataforma y sus trabajos decaigan, buscamos reforzar y afianzar a futuro el trabajo de la plataforma y erradicar el sinhogarismo en Europa; expresamos nuestra preocupación por el creciente número de personas con ingresos procedentes del trabajo que se encuentran sin hogar, y pedimos una investigación europea sobre esto”.

Además, ha considerado necesario “avanzar a nivel europeo en una recogida común de datos estadísticos, la cual permitiría analizar mejor los factores que influyen en esta problemática para así poder realizar una comparación y un seguimiento sistemáticos y fidedignos a escala de toda la Unión Europea; elaborar una estrategia de la UE para las personas sin hogar, en la que se integre plenamente la EPOCH y que permita incluir las políticas nacionales de lucha contra el sinhogarismo en el Semestre Europeo, apoyada en una Recomendación del Consejo;  impulsar una propuesta para un nuevo programa de trabajo plurianual lo antes posible, que abarque todo el mandato de la Comisión Europea entrante; y que el “Housing First" sea la política de base como solución sistémica, así como un programa europeo de formación para esto y que los Estados miembros lo integren en sus estrategias nacionales”.

Acompañar la estrategia con políticas activas de empleo

Durante su intervención, Mari Carmen Barrera ha demandado a la Comisión “que integre la lucha contra el problema de las personas sin hogar en todas las acciones y estrategias pertinentes de la UE. Necesitamos una acción europea específica para animar a las autoridades de gestión a utilizar el FSE+ y el FEDER para financiar soluciones de alojamiento para las personas sin hogar; más políticas de protección social para garantizar una vida digna, y el papel de la economía social y de los proveedores de servicios sociales para abordar y prevenir el sinhogarismo”.

Por ello, ha afirmado que las estrategias contra el sinhogarismo como vía de inclusión social a través de la vivienda “deben ir acompañadas de políticas activas de empleo, es decir, medidas que puedan ayudar a las personas a retomar el timón de su vida y apoyarlas en el camino que va de estar sin hogar a tener un empleo de calidad, que van desde el asesoramiento sociolaboral a la formación de las personas o la orientación profesional. Los regímenes de renta mínima, en particular, son una respuesta eficaz que desempeña un papel crucial como red de seguridad para las personas desempleadas de larga duración y, a menudo, representan la única forma de prestación económica disponible para estas personas”.

Para Barrera, acabar con el sinhogarismo “exige cambios estructurales en el sistema que rodea a las personas sin hogar y, por ello, en el dictamen del CESE, plantearemos la exigencia de respeto de los derechos humanos de las personas sin hogar, que no cumplen muchos estados; la necesidad de políticas de prevención, pues la única política de prevención es la vivienda social y esta no está dirigida a estas personas; y la necesidad  de un marco común para las políticas de lucha contra el  sinhogarismo, que haga que todos  los países cumplan con determinados estándares de políticas, medios y datos estadísticos.