Es imprescindible regular, mediante la negociación colectiva, el derecho a la desconexión
Fecha: 23 Sep 2021
El secretario de Relaciones Internacionales de UGT, Jesús Gallego, interviene en una jornada sobre teletrabajo y desconexión digital organizada por UGT-Castilla-La Mancha
Durante su intervención, Jesús Gallego ha afirmado que el sindicato “llevará a las mesas de negociación de todos los convenios colectivos, no solo mejoras y necesidades concretas de regulación del teletrabajo o el trabajo a distancia, sino también una regulación del derecho a la desconexión que incluya propuestas de sanción a quienes incumplan este derecho, especificando las formas de perturbarlo”.
Un derecho que se está viendo socavado por la aparición de las nuevas tecnologías y que se ha agravado y disparado durante la pandemia, “también por la precariedad laboral existente”, ha señalado. “Mayoritariamente los trabajadores y trabajadoras se sienten en la obligación de responder, de no desconectar, de seguir trabajando, por el temor a ser despedidos, aunque otros consideran que su responsabilidad en el cargo así lo requiere, siendo un 89% los mandos intermedios que se sienten obligados a responder y no desconectar y casi un 80 %, los especialistas que también lo hacen y por el mismo motivo”.
Una situación que se ha cimentado bajo el paraguas del capitalismo más salvaje. “En este modelo económico y social en el que vivimos y en el que vive, gran parte del mundo, el capitalismo nunca descansa. Mientras nosotros dormimos, el capitalismo sigue trabajando. Aunque desde hace varias décadas hay fuerzas políticas y grupos de presión que insisten en deshumanizar el trabajo y que éste -y en consecuencia los y las trabajadoras- se considere una simple mercancía más, en los últimos años hemos podido ver cómo este mensaje ha venido repitiéndose con mayor fuerza. Incluso cómo se ha legislado para abundar más en esa teoría liberal”. De esta forma, ha considerado que “la contraparte cuenta con más y mejores herramientas que los y las trabajadoras, incluso cuando éstas están organizadas: la contraparte cuenta con un sistema. Y tal vez sea éste el que haya que cambiar para que la desconexión sea, en efecto, un hecho”.
Para paliar esta situación, el Gobierno promulgó el Real Decreto-ley 28/2020 sobre el teletrabajo, “pero ni las empresas ni las personas empleadas han venido negociando un uso razonable de las herramientas tecnológicas, ni se ha formado previamente a las personas trabajadoras para desarrollar su labor de manera telemática”, ha considerado.
Por ello, ha reclamado la necesidad de “garantizar el derecho a la desconexión digital, fomentar un entorno de confianza, dar autonomía a los empleados, ayudar a la flexibilidad, marcar pautas organizativas y preocuparse por el bienestar con planes de salud, es una inversión imprescindible”, porque el auge del teletrabajo y la falta de desconexión “está provocando un empeoramiento en la salud de las personas trabajadoras, y hay que recordar que la prolongación indebida de la jornada laboral y su falta de abono, es una infracción sancionable, al igual que lo es, que el trabajador siga conectado de forma irregular durante los descansos o fuera de la jornada”.
El Parlamento Europeo aboga también por regular este derecho
El secretario de Relaciones Internacionales de UGT ha señalado que, “en Junio de 2020, en la última encuesta de condiciones de trabajo de la UE, se mostraba como las personas trabajadoras que lo hacían de manera habitual desde sus casas, tenían el doble de probabilidades de trabajar 48 horas o más a la semana, que los que trabajaban en las instalaciones de la empresa, y tenían 6 veces más probabilidades de trabajar en su tiempo libre”.
En este sentido, ha recordado que el Parlamento Europeo “considera que debe existir un verdadero derecho a la desconexión. La cultura del "siempre activo" tiene un impacto negativo en el equilibrio entre la vida laboral y personal de los empleados”.
“Desde UGT hemos venido trabajando conjuntamente con la CES para exigir a la Comisión Europea que las personas trabajadoras tengan este derecho”, ha manifestado. “Es imprescindible que se regule en el entorno europeo y evitar así los abusos que se dan en la actualidad. Solo así podremos conseguir implantar el teletrabajo en las mejores condiciones posibles para las personas empleadas, sin vulnerar sus derechos”.