Mari Carmen Barrera reclama en el CESE una revisión del marco de gobernanza económica más orientado a la prosperidad y más favorable a la inversión

La Secretaria de Políticas Europeas de UGT, Mari Carmen Barrera, ha intervenido hoy en el debate sobre la Comunicación de la Comisión sobre “Sistema económico y financiero europeo: fomentar la apertura, la fortaleza y la resiliencia” organizado por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) donde ha señalado que el CESE acoge favorablemente esta Comunicación de la Comisión ya que “la transformación posterior a la pandemia está provocando un cambio significativo en el equilibrio global del poder económico y es necesario que la UE actúe con rapidez para aumentar la resiliencia económica de Europa”.

En su intervención, Mari Carmen Barrera ha explicado que la Comunicación y la estrategia emprendida por la UE “buscan reforzar la autonomía estratégica de Europa abierta en los ámbitos macroeconómico y financiero”, y ha destacado que las principales razones para implementar la estrategia marcada por la Comisión son aumentar la competitividad de la economía europea reforzando el papel internacional del euro; incrementar la resistencia de la economía europea a las conmociones reales y externas provocadas por terceros países o por fuerza mayor; generar nuevas inversiones mediante la mejora del entorno regulatorio para las empresas, lo que contribuirá a mitigar el impacto económico y social de la pandemia de COVID-19 y contribuir al desarrollo de la economía europea”.

“Por ello, en consonancia con esta Comunicación, la UE promoverá el papel internacional del euro, fortalecerá las infraestructuras del mercado financiero en Europa, mejorará la aplicación de las sanciones y con ello, deberá conseguir aumentar la resistencia de la UE a los efectos de sanciones unilaterales ilegales por parte de terceros países”.

Barrera ha manifestado que “el CESE comparte la evaluación de la Comisión sobre la necesidad de reforzar el papel internacional del euro como herramienta clave para mejorar la posición global de Europa, pero al mismo tiempo, el establecimiento de objetivos económicos ambiciosos para fortalecer la moneda única, especialmente dado el ritmo de cambio de la economía mundial y la posición actual de la UE en términos de innovación, competitividad y un entorno regulatorio favorable. Por tanto, la UE debe centrarse más en las razones del debilitamiento del papel internacional del euro y en la realización de la Unión Económica y Monetaria”.

Revisión del marco de gobernanza
“La culminación de la unión bancaria y de la unión de los mercados de capitales, que ayuda a canalizar el ahorro hacia la inversión, es fundamental para aumentar la resiliencia de la UE, en consonancia con los dictámenes anteriores del CESE al respecto. En ese sentido, el Comité Económico y Social Europeo apoya todas las acciones propuestas por la Comisión, pero propone introducir medidas para ayudar a completar los cambios estructurales tanto a nivel nacional como de la UE, como la revisión del marco de gobernanza económica para que esté más orientado a la prosperidad y más favorable a la inversión”.
“La calidad del marco regulatorio tiene gran importancia para el desarrollo de la innovación. Por tanto, es esencial poner más énfasis en la revisión de la normativa, en términos de su impacto en la competitividad de las empresas europeas. Además, el CESE considera que la Comunicación no reconoce el papel de las universidades y las instituciones de investigación en términos de desarrollo de la innovación y estas tienen un papel muy importante para estos objetivos”.

Mayor independencia de la UE como actor global
La Secretaria de Políticas Europeas de UGT ha destacado que “el CESE apoya la propuesta de crear un euro digital y la emisión continua de bonos verdes como medio para aumentar el papel internacional del euro y consolidar la posición dominante de la UE en el ámbito de la acción por el clima”.
“Para el CESE”, ha dicho, “el desarrollo de las infraestructuras de los mercados financieros evitará la dependencia de la prestación de servicios críticos (incluidos los proveedores de datos) de jurisdicciones de terceros países y contribuirá a aumentar la resiliencia de la UE”.