Europa necesita ya un acuerdo justo para la recuperación
Fecha: 15 Jul 2020
60 millones de trabajadores dependen del fondo de recuperación de la UE
►UGT no encuentra nada positivo en la propuesta del Consejo ya que empeora, a todos los niveles, la de la Comisión y trata de acomodarse a los intereses de los países liderados por Holanda y Dinamarca
►El sindicalismo europeo se ha dirigido a los líderes de la UE para instarlos a no retrasar la adopción del paquete de 750 mil millones de euros necesarios para salvar y crear empleos.
►Es necesario un fondo de recuperación suficientemente dotado, basado en trasferencias y sin condiciones y advierte de que hay que reorientar la construcción Europea hacia una senda de sostenibilidad, inclusividad y justicia social.
El pasado día 10 de junio el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, presentó una propuesta negociadora sobre el paquete conjunto del Fondo de Nueva Generación y del Marco Financiero Plurianual que modifica la propuesta de la Comisión Europea del 26 de mayo de 2020 en respuesta a la negativa de los países miembro de la UE.
Esta propuesta se debatirá en la reunión del Consejo del próximo 17-18 de julio, y si es aprobada, se convertiría en la estructura que armaría tanto los presupuestos de la Unión como el fondo de reconstrucción durante los próximos siete años.
A grandes líneas, el Consejo trata, básicamente, de acomodar los intereses de los países liderados por Holanda y Dinamarca, contrarios a un mayor presupuesto comunitario, en primer lugar y también contrarios a que el Fondo de Reconstrucción se articule en torno a transferencia o no lleve aparejada condicionalidad. No hay variaciones en otra dirección. Por tanto, globalmente hablando, la propuesta es más desfavorable a los intereses españoles que la anterior. Cabe señalar, no obstante que, aunque muestra la dirección en la que seguramente acabe el resultado final, no lo determina exclusivamente. Los países deben llegar a un acuerdo que se respalde unánimemente.
UGT no encuentra nada positivo que valorar en esta propuesta del Consejo ya que a todos los niveles empeora la propuesta previa de la Comisión. Menos recursos en el Marco Financiero, una condicionalidad más interpretada en el sentido de control por parte de países rivales que en el de recomendar medidas evaluadas independientemente, menos recursos comunes recaudados en el futuro, mantenimiento de cheques, etc.
También se aleja más del documento “Hacia un nuevo modelo económico por una Europa sostenible, inclusiva y justa. Llamamiento de CCOO y UGT para un plan europeo de inversión”.
El sindicato, como viene manteniendo desde el principio de las actuaciones europeas, señala que estas han venido afectadas y determinadas en un intento de acoger posiciones de estados miembros que están en contra de que haya unos mecanismos de reequilibrio a escala europeas, mientras que se resisten a ceder en todo aquello de lo que obtienen ventaja.
La propuesta del Consejo rebaja las condiciones de la Comisión
De tal forma que las propuestas finales nunca mejoran la eficiencia económica del paquete de ayudas para que este minimice el impacto económico de la crisis, o mejore la eficacia para proporcionar una salida más rápida y equilibrada. Las modificaciones obedecen a la posibilidad de arañar acuerdos. Esto resta eficacia a cualquier solución que pueda acordarse. Puede entenderse la lógica de la necesidad, pero no valorarse de manera positiva.
UGT nunca ha considerado la condicionalidad como algo deseable, ya que parte del principio de que hay autoridades externas de los países que conocen mejor lo que conviene a sus sociedades que lo que sus gobiernos, sociedades, y especialmente sus agentes sociales, puedan evaluar y corresponsabilizarse en alcanzar. No obstante, hasta cierto grado, con una orientación administrativa y de control de los recursos, llevada por instancias reconocidas por todos, puede desempañar un papel de mutua confianza.
Lo que el sindicato considera especialmente desafortunado es situar la evaluación de los programas en una instancia donde los incentivos son contrapuestos, se parte de posiciones diferenciadas, con objetivos diferentes, existen incentivos claros para los participantes a alcanzar frentes, grupos, estrategias que favorezcan intereses de sus participantes en lugar del interés común, se defina como se defina, en cualquier caso. Es una estrategia que, a medio plazo resulta lesiva para el proyecto político europeo.
La propuesta del Consejo solo rebaja las condiciones del instrumento que proponía la Comisión, en todos los frentes y a todos los niveles. Esto ya constituye un revés, no solo a las posiciones española e italiana sino también a la francesa y a la alemana (aunque en menor medida). Con lo cual los países que albergan más del 80% de la población y la renta nacional de la UE, tienen que rebajar una propuesta a la que estaba dispuesto a llegar, con más impacto y más poder estabilizador que, aparentemente cualquier acuerdo que se derive de esta. En opinión de UGT esto es enormemente disfuncional y manifiesta, de nuevo, el problema de fondo del proyecto europeo que va a tener que afrontarse tarde o temprano, sin rumbo político no es posible dar respuestas eficientes en materia económica.
Propuestas de UGT
Por todo ello, UGT anima al gobierno español, y a las autoridades europeas para trabajar en la dirección de: lograr fondo de reconstrucción suficientemente dotado, basado en transferencias y financiado a través de deuda perpetua; una integración económica y fiscal mayor, que le permita dotarse de herramientas anticíclicas eficaces y generar los recursos adecuados para su financiación; una gobernanza económica que no imponga sesgos encontrar de la inversión y los servicios públicos; un Banco central Europeo con un mandato ampliado y la capacidad de monetizar déficit públicos. La UE debe examinar si su gobernanza y el enfoque de su programa político son adecuados para encarar tanto la recuperación económica, como los principios contenidos en los tratados europeos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que recientemente convertía en su horizonte a medio plazo.
En un momento caracterizado por la revisión de aspectos capitales en la agenda económica de las últimas décadas y sus repercusiones -que abarcan desde lo medioambiental a la aparición de movimientos antidemocráticos en los países desarrollados-, UGT hace un llamamiento para reorientar la construcción Europea en una senda que la lleve hacia sostenibilidad, la inclusividad y la justicia social.