Antoñanzas interviene en las jornadas “Las personas mayores y el Estado de Bienestar”
La Vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, ha intervenido hoy en unas jornadas sobre “las personas mayores y el Estado de Bienestar”, organizadas por la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT, en León, donde ha reivindicado que “la sociedad no puede dejar de lado a las personas mayores, que deben continuar siendo parte activa”.
Cristina Antoñanzas ha señalado que “el hecho de envejecer ya no significa ser “viejo” ya que las condiciones de salud y bienestar junto con la prolongación de la esperanza de vida provocan el retraso paulatino de lo que tradicionalmente conocemos como vejez”.
Antoñanzas ha subrayado que, “si algo caracteriza a nuestra estructura demográfica, actualmente, es el peso poblacional de las personas mayores de 65 años”, una tendencia que va en aumento puesto que la esperanza de vida en España es de 83,1 años. La más elevada de la UE”.
“Según datos del INE, una de cada cinco personas es mayor de 65 años, (el 19,07% de la población total), o lo que es lo mismo, 8.908.151 personas, de las que más del 57%, es decir, 5.068.440, son mujeres. De ellos más del 32% tenía 80 o más años (2.871.595), edad a partir de la cual es probable que aparezca alguna situación de dependencia”.
“De manera que, las personas mayores de 65 años superan a las que se encuentran en edades comprendidas entre los 0 y los 14 años (7.392.864), un hecho que nunca se había dado en términos poblacionales. A 1 de enero de 2018, por cada niño entre 0 y 14 años había 1,2 personas mayores de 65 años” ha destacado.
“El envejecimiento de la población” ha explicado “se constituye como uno de los acontecimientos sociales de nuestra época y va a suponer un gran reto: asegurar el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores que, en 2033 el 25,2 % de la población superará los 65 años”.
Las políticas relacionadas con los mayores deben ser prioritarias
Cristina Antoñanzas ha subrayado que “las políticas relacionadas con los mayores y con el envejecimiento activo deben estar como una prioridad en la agenda política, y tener su reflejo en el gasto social, incrementándose las partidas económicas para ofrecer una mejor cobertura a través de servicios y prestaciones públicas suficientes, y se garanticen sus condiciones de acceso y disponibilidad”.
“Para ello”, ha afirmado, “es fundamental garantizar el poder adquisitivo de las personas mayores a través de sus pensiones así como desarrollar una política integral de protección y cobertura de las necesidades de las personas mayores, tanto de las que cuentan con un buen estado de salud y que son independientes, con actuaciones como la promoción de la autonomía personal y el envejecimiento activo; como de aquellas que por ser más longevas o por gozar de una salud o tener su capacidad más reducida, necesitan de una atención más intensa e individualizada, como la protección a las situaciones de dependencia”.
“En definitiva, mejorar el bienestar, el buen trato y fortalecer y garantizar los derechos de las personas mayores y exigir medidas legales y económicas que plasmen esa realidad como concepción progresista de la sociedad y bajo ningún concepto debemos permitir que gobiernos conservadores recorten los derechos conquistados en igualdad” ha finalizado.