José Varela, durante su intervención en la jornada sobre Digitalización organizada por el Consello Económico e Social de Galicia, destaca que “el teletrabajo, entendido como conciliación y sin medidas adecuadas, supone un retroceso inadmisible”

El responsable de digitalización de UGT, José Varela, ha manifestado que debemos acometer “un profundo cambio de mentalidad y cultura laboral” para que el teletrabajo sea una realidad cotidiana, en base a tres ejes: readaptar la organización del trabajo hacia una metodología basada en objetivos empresariales predefinidos, medibles, razonables y alcanzables; tomar medidas para superar el control presencial, relegando el “dónde” se realiza el trabajo a otro de confianza mutua de “libertad con responsabilidad” y adoptar decisiones para que el teletrabajo adquiera toda su dimensión, como herramienta para conciliar la vida laboral, familiar y personal, solapándola con auténticas medidas de adaptación de jornada y flexibilidad horaria. 

En este sentido, ha aclarado que “cuando el teletrabajo se generaliza como medida de conciliación y se articula sin medidas de contrapeso, se carga la responsabilidad de los cuidados sobre las mujeres, lo que supone un retroceso inadmisible”.

Varela ha instado que, a partir de todas estas premisas, hay que elaborar acuerdos para mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras y para conformar un tejido productivo sostenible, fuerte y resistente ante futuras adversidades.

El responsable de digitalización de UGT que ha hecho estas declaraciones durante su intervención en la jornada sobre Digitalización organizada por el Consello Económico e Social de Galicia, en el bloque dedicado a “Pymes y teletrabajo”, ha señalado que, aunque el teletrabajo mejora la productividad, incluso en las pymes, siempre y cuando oscile en 2-3 días alternos (según los dos estudios más importantes) no está tan claro que haya llegado para quedarse porque sigue persistiendo la cultura presencialista en las relaciones laborales. 

El teletrabajo en las pymes de Galicia

En Galicia, en concreto, el 88% de las personas trabajadoras nunca han teletrabajado y sólo un 28% de las personas empleadas en PYMES disponen de un dispositivo para trabajar remotamente. Además, solo un 16% de las pymes imparten formación en TIC a sus empleados y 1 de cada 2 gallegos no tienen habilidades digitales necesarias para teletrabajar.  

Para que el teletrabajo triunfe en las pymes no basta con la promulgación de una ley reguladora, como la actual, que ha puesto “negro sobre blanco las normas laborales relacionadas con la realización de esta forma de prestación; determinando derechos, límites y características”. Las Administraciones Públicas deben asumir un papel de mayor implicación para que el teletrabajo cale en nuestro tejido productivo y mejore nuestra competitividad nacional e internacional.

Así, por ejemplo, el Gobierno de Irlanda construyó un plan de impulso al teletrabajo sobre cuatro pilares: una norma reguladora del teletrabajo; garantizar las infraestructuras para su desempeño; activar políticas de fomento del teletrabajo entre las empresas y dotar de las suficientes competencias digitales a las personas trabajadoras. “Esto si es implicación con el objetivo de garantizar una solvencia económica anticíclica y resiliente”- ha dicho.