La lucha contra el calentamiento global requiere ampliar y fortalecer el transporte público urbano e interurbano de viajeros/as para dar una alternativa eficiente, accesible y asequible frente al uso del automóvil. Pero esa transformación de la movilidad fracasa ahora mismo por las condiciones laborales en el sector. Décadas de política de austeridad han provocado una intensificación del trabajo y además falta personal, porque los pocos jóvenes que entran a trabajar no cubren el total de las personas que se jubilan en el sector, lo que genera una falta de personal de aproximadamente 100.000 personas trabajadoras.

Por eso, los trabajadores y trabajadoras del transporte público en Alemania se han unido a los activistas climáticos para reivindicar, en la calle, mejores condiciones laborales, así como una financiación pública del transporte público urbano e interurbano de viajeros/as. 

Desde las últimas negociaciones con las empresas, el sindicato ver.di y el movimiento climático de Fridays for Future se han unido, creando la alianza #WirFahrenZusammen (#ConducimosJuntas), dando lugar a más de 60 alianzas a nivel local. El pasado 2 de febrero se convocó una huelga y se han programado una seria de movilizaciones para concienciar y presionar a los empresarios y a los políticos, pues las propuestas hasta ahora siguen siendo inaceptables y vergonzosas. 

Huelga el 1 de marzo, bajo el lema #ConducimosJuntas

UGT muestra su apoyo a esta iniciativa porque considera que las alianzas son clave para abordar la crisis medioambiental, a través de una transición ecológica justa, que no deje a nadie atrás. 

El sindicato señala que se comparten los objetivos comunes de: lograr y mejorar el bienestar de los seres humanos, hoy y en el futuro. Es primordial luchar juntos y unidos para conseguir un sistema productivo eficiente para preservar nuestro planeta.