El Consejo de Seguridad sí tiene capacidad de convertir sus resoluciones en vinculantes, siempre y cuando se realizan en virtud del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas (Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión), pero lamentablemente esta resolución no tendrá esa consideración.

A pesar de que la situación en Gaza justifica suficientemente una acción más contundente y justa, el texto aprobado tiene mucha importancia para UGT, por la rotundidad con la que se hace el llamamiento a favor de un alto al fuego, hecho que no se había logrado hasta ahora desde que se desencadenó la nueva ola de ataques militares de Israel. Asimismo, el hecho de que ninguno de los componentes del Consejo de Seguridad haya votado en contra o vetado la decisión es un hecho sin precedentes. La abstención de Estados Unidos (en el contexto de la política de hermandad con Israel, y que ha permitido a este último actuar con impunidad y contra el Derecho Internacional Humanitario durante décadas) es también un hecho insólito. 

El gobierno ultraconservador israelí se encuentra más y más aislado a nivel internacional, precio de su política de exterminación sobre Gaza y el pueblo palestino. Muchos son los análisis que se pueden hacer sobre el porqué de esta abstención de EEUU en el Consejo de Seguridad, pero lo cierto es que estamos ante un cambio de posición de muchos países miembros de la OTAN, y el apoyo a Israel ya no es incuestionable y determinado a permitir cualquier tipo de acción militar por grave y cruel que sea. 

Para UGT, es destacable también las nuevas posiciones de la Unión Europea, que ya se ha puesto de acuerdo en pedir el alto el fuego y se ha formado un grupo para impulsar el reconocimiento del Estado Palestino a nivel europeo. España, Irlanda, Malta y Eslovenia buscan convencer al resto de colegas europeos de la necesidad de este reconocimiento, llegando a afirmar que, sino ocurre, estos cuatro reconocerán Palestina de forma simultánea.

UGT quiere poner en valor la importancia de la estrategia internacional de algunos países de Occidente, que llega tarde, décadas más tarde, pero muestra más coherencia que la tenida hasta ahora, retirando el envío de armas y revisando tratados comerciales con Israel si el genocidio no es frenado inmediatamente, incluido el gobierno español, que ha actuado a la vanguardia de la defensa del alto al fuego dentro de la Unión Europea pero cuyos esfuerzos no pueden quedarse ahí, y debe seguir siendo rotundo contra las acciones militares israelíes, liderando el apoyo a Palestina dentro de las Instituciones Europeas.