En relación con el informe sobre el mercado laboral, difundido hoy por el Banco de España, el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez,  ha dicho que “no contempla las 32 horas, ni ningún elemento en positivo de mejora de las relaciones laborales para las personas trabajadoras de nuestro país”. 

Ha calificado de “insolencia permanente” que el Banco de España irrumpa siempre con las mismas tesis, sin tener en cuenta el momento que vive nuestro país, que no cumpla con sus obligacionesy que tome parte,  cuando lo sustenta el conjunto de la sociedad. "Algo intolerable desde el punto de vista democrático".

Álvarez, que ha hecho estas declaraciones durante su intervención en la clausura de las Jornadas Confederales: "Por una Jornada Laboral de 32 horas a la semana", ha recordado que hay una mesa de diálogo social abierta para hablar de las reformas laborales, y que “la receta del Banco de España, de resucitar el contrato de la mochila austriaca, es vieja y caduca”. Supone desconocer cuáles son los problemas que tiene el mercado laboral en nuestro país.

La mochila austriaca no nace para abaratar los costes del despido, sino porque no había movilidad dentro de las empresas en Austria y era necesario preservar los derechos de los trabajadores que se cambiaban de centro de trabajo. En España continúa manteniendo el nombre, pero es difícil de cuajar porque supone rebajar el coste del despido al 50%. 

Pretenden igualar los despidos de los que tienen contratos indefinidos a los contratos temporales, pero hay otra forma de igualarlos y es que la contratación no sea irregular y que a un trabajo fijo le corresponda un contrato indefinido y no temporal, como ocurre ahora.

Álvarez ha pedido “una vez más al Banco de España que se dedique a lo suyo”, porque “no le he oído decir nada de los expedientes de plantilla en CaixaBank o el BBVA, mientras algunos de sus directivos cobran bonos brutales”.  Tampoco tiene nada que decir sobre el desastre al que nos llevaron las entidades financieras. “Hoy en día 60.000 millones de euros de la deuda española es como consecuencia de la ineptitud de los dirigentes del Banco de España porque ellos eran los responsables de controlar y no controlaron nada. Esa es la verdadera cuestión a la que se debe dedicar el Banco de España y no interrumpir los debates democráticos que en estos momentos está teniendo la sociedad para ver cuál es el futuro de las relaciones laborales que queremos”.

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