El Pacto Europeo de Migración y Asilo pone en cuestión los valores de la UE

El acuerdo transmite la idea de que migrantes y refugiados son una carga e incluso una amenaza.

Fecha: 20 Jun 2024

Día Mundial de los Refugiados

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores quiere recordar las normas que componen el Pacto Europeo de Migración y Asilo publicadas el pasado mes de mayo ponen en peligro no sólo el derecho de asilo, sino también valores de la Unión Europea.

Según los datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, a finales del año 2023 había más de 117 millones de personas desplazadas de manera forzada en el mundo, casi siete millones de ellas eran solicitantes de asilo. Además, el 75% de las personas refugiadas o en necesidad de protección internacional, se encuentran en países de ingresos bajos y medios. 

En ese mismo año, España fue el cuarto país con mayor número de solicitudes, por detrás de Estados Unidos de América, Alemania y Egipto. 

En este contexto, UGT advierte del impacto negativo que determinadas medidas incluidas en las normas que integran el Pacto Europeo de Migración y Asilo van a tener no solo en las personas que tratan de llegar al territorio de la Unión, sino en el conjunto de la sociedad. 

El Pacto es esencialmente defensivo, y transmite la idea de que migrantes y refugiados son una carga e, incluso, una amenaza que hay que evitar que llegue al territorio de la Unión Europea. 

La calificación como “seguros” de determinados países, el establecimiento de un proceso acelerado de asilo, la detención de las personas solicitantes de protección internacional y migrantes en las fronteras, la negativa a examinar solicitudes de asilo en función del país de procedencia o de origen y la inexistente solidaridad entre los Estados miembros, puesto que se puede pagar para no acoger, son solo algunos de los elementos que están configurando una política de migración y asilo de la Unión que, cada vez más, consiste en delegar sus responsabilidades en terceros países dudosamente democráticos y poco o nada respetuosos con los derechos humanos
 

 


Fuente: UGT