El Plan Anual de Políticas de Empleo ignora por completo la peor situación laboral de las mujeres

• El PAPE 2018 no contiene datos desagregados por sexos ni contempla la perspectiva de género

• Destina la menor partida presupuestaria al eje dedicado a la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo

• Los servicios y programas destinados a eliminar obstáculos y desigualdades de género son insuficientes y además hay un evidente desequilibrio entre Comunidades Autónomas
 
El pasado 29 de marzo se publicó el Plan Anual de Política de Empleo (PAPE) para 2018 un Plan, cuyo objetivo es servir de instrumento para evaluar los servicios y programas de políticas activas de empleo desarrolladas por el Servicio Público de Empleo Estatal y las Comunidades Autónomas, y que está dotado con más de cinco mil millones y medio de euros pero que destina poco más de novecientos millones a la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, siendo la menor partida presupuestaria de los seis ejes que contiene.

Para la Unión General de Trabajadores, el PAPE 2018 parte de un diagnóstico que no está relacionado con las medidas y programas que contiene. El análisis del mercado laboral no sólo, deja fuera temas tan trascendentes para las políticas de empleo como el aumento de la tasa de temporalidad, del empleo a tiempo parcial involuntario, el efecto desánimo de la población trabajadora, el subempleo o el desempleo de larga y muy larga duración, sino que además, no contempla la mayor incidencia de todos estos factores en las mujeres.

El sindicato considera que el diagnóstico debería identificar todos los problemas del mercado de trabajo español y su especial incidencia en el empleo femenino, si lo que pretende es diseñar políticas de empleo adecuadas a la realidad de nuestro mercado laboral.

El PAPE parte, por tanto, de un diagnóstico sesgado, que no recoge los datos desagregados por sexo y por tanto los presupuestos destinados a las políticas de empleo no contemplan la perspectiva de género.

En ese sentido conviene recordar que la tasa de paro de mujeres en 2017, se situó en un 19,03%, frente al 15,66% de la tasa de hombres en paro, que más de la mitad de los 3.916.900 de personas paradas, son mujeres (2.011.100) y que el desempleo de larga duración afecta mayoritariamente a las mujeres y sobre todo a las que se sitúan en la franja de edad entre 35 y 49 años.

Las mujeres representan sólo el 47,72% de las personas que encontraron empleo el pasado año. Pero además se ha incrementado en un 1,15 el porcentaje de mujeres con empleo a tiempo parcial y ya representan el 73,32% de quienes trabajan con esta jornada, mientras que los hombres han reducido su presencia en este tipo de contratos.

Los datos, que no recoge el diagnóstico, evidencian la peor situación laboral de las mujeres que viven en España, y el Plan Anual de Políticas de Empleo 2018, tal y como está diseñado, no va a suponer una mejora de la situación laboral de las mujeres.
 
Partida presupuestaria

UGT denuncia que el eje cuatro, dedicado a la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, está dotado presupuestariamente tan sólo con 966,49 millones de euros, siendo la partida económica más exigua y a gran distancia del resto de las partidas presupuestarias dedicadas al resto de los ejes, que oscilan entre los 27.968,15 millones destinados a Emprendimiento y los más de dos mil quinientos millones de euros (2.503.968,92) destinados a Oportunidades de Empleo. Algo que pone en evidencia la falta de prioridad que da el Gobierno a la eliminación de la desigualdad de género que padecen las mujeres en el mercado de trabajo.

Servicios y programas 

El sindicato señala además que el eje dedicado a la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo es el que cuenta con el menor número de servicios y programas de todos los ejes. Son un total de 26 frente a los 168 previstos para el eje relativo Emprendimiento o los 104 del eje dedicado a la Orientación.

En cuanto a los servicios y programas por CCAA y de gestión estatal no transferida, estos se refieren fundamentalmente al apoyo a la gestión de la movilidad laboral y a gestión de instrumentos europeos para favorecer la movilidad en la formación y la cualificación. En algún caso se hace referencia a programas o servicios para de apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar y de manera muy escasa, a la inserción laboral de las mujeres víctimas de violencia de género. De los 26 programas, sólo han realizado implementación del Programa de inserción sociolaboral para mujeres víctimas de violencia de género, cinco Comunidades Autónomas (Aragón, Cantabria, Castilla La Mancha, Murcia y Euskadi).

La insuficiencia de servicios y programas dirigidos a eliminar los obstáculos y desigualdades de género en el empleo son evidentes, siendo además muy desiguales y desequilibrados entre CCAA.
El Plan Anual de Políticas de Empleo, ignora la situación de las mujeres que quieren trabajar en nuestro país, es decir, más de la mitad de las personas en paro en nuestro país, no son tenidas en cuenta en los planes de empleo, y prueba de ello es la ausencia de objetivos y medidas que puedan reducir el desempleo de las mujeres.

Conclusiones

El sindicato recuerda que la Estrategia Europa 2020 indica que el nivel de empleo de la población de entre 20 y 64 años debería aumentar del 69 % actual a por lo menos el 75 % mediante, entre otras cosas, una mayor participación de las mujeres y que el Informe sobre España 2018 de la Comisión Europea, publicado en marzo de este año, alerta de que la brecha por género en el empleo se ha incrementado y considera que la adecuación de las futuras pensiones dependerá fundamentalmente de la capacidad para hacer frente a los actuales retos del mercado de trabajo, tales como el uso generalizado de contratos temporales, la incidencia del empleo a tiempo parcial (en particular, el involuntario) o la incidencia de las carreras profesionales de corta duración.

También recuerda que el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades, cuya vigencia finalizó en 2016, cuyo Eje 1 estaba destinado a la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y la lucha contra la discriminación salarial, no alcanzó los objetivos previstos, entre los que se incluía la aprobación de un Plan Especial contra la discriminación salarial que fue anunciado en múltiples ocasiones por el Gobierno pero nunca fue aprobado, y que las escasas medidas puestas en marcha por dicho Plan no fueron consultadas ni evaluadas por los Interlocutores Sociales.
Por todo ello UGT considera que con este nuevo PAPE 2018 se vuelve a dejar pasar todas las oportunidades para integrar políticas que tengan en cuenta a las mujeres, y su situación lejos de mejorar, va a seguir incrementando las brechas en el empleo de mujeres y hombres, lo que se contradice con las recomendaciones recogidas en la Estrategia Europa 2020 y todos los índices macroeconómicos a nivel mundial.​
Fuente: UGT