Los datos de la primera EPA del año 2024 publicados hoy registran una caída trimestral del empleo del 0,7%, que se cifra en 139.700 de personas ocupadas menos, debido principalmente a la estacionalidad propia de este periodo. Mientras que, según los datos desestacionalizados, es decir, eliminando los efectos de la estacionalidad y calendario, el empleo ha crecido un 0,5%. 

Por su parte, el número de personas desempleadas ha registrado un aumento de 117.000 personas. Consecuentemente, la tasa de paro se ha incrementado en medio punto, hasta el 12,3%. 

En términos anuales, el número de ocupados aumenta en 615.800 (un 3% más) y el de personas desempleadas se reduce en 208.500 (un 6,5% menos).

Respecto a la calidad del empleo, la reducción de la temporalidad iniciada tras la reforma laboral ha proseguido, situándose la tasa de temporalidad en 15,7 puntos para este primer trimestre del año, 9 décimas inferior a la registrada en el trimestre anterior. 

UGT considera que algunos aspectos que se extraen de la información del INE son positivos, como por ejemplo que los empleos indefinidos continúan aumentando significativamente (en este trimestre lo han hecho en 103.700 personas), lo que permite que haya mayor seguridad laboral en los empleos. Sin embargo, el sindicato advierte de que en 2024 existen retos del mercado de trabajo que todavía están presentes en los datos de la EPA y que exigen una corrección inmediata. Por un lado, el paro de larga duración sigue en valores muy altos, lo que implica que 4 de cada 10 personas paradas lleven más de un año buscando empleo. 

Para poder afrontar este problema estructural del mercado de trabajo es fundamental que se reformen las políticas activas de empleo y que se incrementen los recursos económicos y humanos del SEPE, para que puedan llevar a cabo una orientación laboral personalizada que mejore la empleabilidad de las personas en desempleo. 

Por otro lado, para hacer del despido la última opción de ajuste en la empresa y aumentar la protección de las personas trabajadoras, es crucial que se modifiquen las causas y costes del despido, de forma que se ajusten a los criterios de la Carta Social Europea Revisada, como ha exigido UGT ante el Comité Europeo de Derechos Sociales. 

Completar la transformación de nuestro modelo productivo 

Puesto que la creación de empleo marcha a buen ritmo y la calidad de los puestos de trabajo está mejorando, un coste de despido disuasorio y reparador es una máxima para mejorar el funcionamiento del mercado laboral y reforzar los derechos de las personas trabajadoras. 

En resumen, es el momento de completar la transformación de nuestro modelo productivo desde el ámbito laboral. Para ello, debe reducirse el paro de larga duración y el empleo parcial involuntario, a la vez que se implementa la reducción legal de la jornada de trabajo, con la perspectiva a medio plazo de alcanzar las 32 horas semanales. 

Sólo enfrentando estos desafíos con una protección del empleo digna y unas políticas activas eficientes se logrará consolidar una economía más avanzada, sostenible y sólida. 
 

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