Es necesario luchar contra la pobreza y fortalecer el sistema de protección social para erradicar el trabajo infantil
Fecha: 11 Jun 2015
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra mañana, 12 de junio, la Unión General de Trabajadores quiere unirse a la campaña de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que este año reivindica la educación de calidad como factor clave en la lucha contra esta lacra.
UGT considera que, en el escenario de emergencia social actual, las políticas públicas no están dando la respuesta adecuada ya que en lugar de atender las necesidades de los niños y sus familias, se está llevando a cabo una política de recortes que debilita la capacidad de nuestro sistema de protección social frente a las necesidades de la ciudadanía.
El sindicato recuerda que, para paliar, en parte, esta situación, UGT y CCOO presentaron en el Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular para crear una prestación de ingresos mínimos que sea la última malla de protección sociolaboral para las familias trabajadoras y proteja a la parte más débil de nuestra sociedad, que es la infancia.
El objetivo de la campaña es lograr una educación de calidad, gratuita y obligatoria para todos los niños hasta, al menos, la edad mínima de admisión al empleo, y emprender acciones para llegar a aquellos niños actualmente en situación de trabajo infantil. Junto con estas acciones se deben dedicar nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces y garanticen el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.
Aunque en nuestro país la educación escolar es obligatoria y está garantizada para todos los niños, en los últimos años, las políticas contención del gasto público y recortes que afectan al personal docente, los recursos educativos, las becas de estudios, las ayudas de libros o la eliminación de comedores escolares, están mermando la calidad de nuestro sistema educativo y tienen consecuencias en la salud de nuestros niños.
La persistencia del trabajo infantil tiene sus raíces en la pobreza, la falta de trabajo para los adultos, la falta de protección social y la incapacidad para asegurar la asistencia de los niños a la escuela hasta la edad mínima legal de admisión al empleo.
En estos momentos, la crisis en la que estamos inmersos ha agravado la situación de las familias. Nos encontramos con una tasa de paro del 23,78%, un desempleo de larga duración superior al 61%, con un incremento del empleo precario que supone el 90% de los contratos, una cobertura de las prestaciones por desempleo que está alcanzando unos mínimos históricos cercanos al 55%, y una protección social complementaria que tampoco cubre a todas las personas sin ingresos, como es el caso de los salarios sociales cuya cobertura es del 5,48%.
Según nos muestran los últimos datos publicados por el INE, concretamente la Encuesta de Condiciones de Vida 2014, el panorama no es muy alentador. El 16,1% de los hogares tiene muchas dificultades para llegar a fin de mes, el 6,5% de los hogares con niños menores de 16 años no puede permitirse disponer de ropa nueva para ellos -un 2,7% más que hace cinco años-; el 1,2% no puede comer fruta fresca y verduras al menos una vez al día, y el 2,5% (tres veces más que en 2009) no puede tomar al menos una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.
Las limitaciones económicas de los hogares con niños también alcanzan a su capacidad para afrontar las necesidades educativas, ya que el 1,9% no puede disponer de los libros adecuados para su edad ni permitirse actividades de ocio al aire libre. Hasta el 4,9% de los hogares con niños, ni si quiera pueden celebrar su cumpleaños.
UGT considera que para lograr la erradicación del trabajo infantil debe realizarse una estrategia transversal, donde se aborden y comprometan ámbitos como la educación, la sanidad y la protección social, pilares fundamentales del Estado de Bienestar.
En un escenario de recortes sociales y contención del gasto; la pérdida de ingresos tiene repercusiones directas en los niños que abarcan a derechos básicos como la salud, la educación y la vivienda.
Ante esta situación de emergencia social, las políticas públicas no están afrontando esta situación ni dando una respuesta adecuada. No se están incrementando los servicios públicos como la vivienda, la educación, la sanidad, los servicios sociales, en pro de atender las necesidades de los niños y sus familias, sino que, muy al contrario, se está desarrollando una política de austeridad cuya base es el recorte social que nos hace cuestionar nuestro sistema de protección social y su respuesta ante las necesidades de la ciudadanía.
Por todo ello, UGT y CCOO presentaron en el Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular que exige ampliar y completar los sistemas de protección social a través de la creación de una Prestación de Ingresos Mínimos que garantice unos ingresos adecuados a las personas que, tienen disponibilidad para trabajar pero carecen de empleo y de unos recursos económicos mínimos para sí y, en su caso, para los familiares a su cargo.
De esta manera se dará una respuesta a las personas que han agotado todas sus prestaciones, que carecen de rentas y no tienen ningún tipo de ingreso para seguir subsistiendo, asegurando unas condiciones mínimas para atender sus necesidades más esenciales y se protegerá a la parte más débil de nuestra sociedad que es la infancia evitando que los niños puedan caer en las redes del trabajo infantil.