La mesa de diálogo social sobre siniestralidad laboral no puede demorarse más
Fecha: 12 Mar 2021
Los datos de enero, incluidos los accidentes mortales, siguen siendo insostenibles
► Aunque la reducción de la actividad empresarial ha hecho descender la siniestralidad laboral en enero de 2021, respecto al mismo mes del año anterior, las cifras siguen siendo insostenibles ya que murieron 48 personas, resaltando el incremento de accidentes mortales en el sector servicios y en la construcción.
► Este mes no es indicativo de que las cifras vayan a mejor, recordar que 2020, aun con los efectos negativos de la pandemia en la actividad empresarial, finalizó con un enorme incremento de los accidentes mortales, lo que pone de relieve que la seguridad y salud en el trabajo se está dejando en un segundo plano en las empresas.
► UGT insta, de nuevo, al Gobierno a abrir una mesa de diálogo social en materia de siniestralidad laboral; y establecer ya un Plan de Choque que incluya la incidencia de los riesgos psicosociales, ya que la primera causa de muerte durante la jornada de trabajo son los infartos y derrames cerebrales.
► El sindicato demanda mayores recursos para la Inspección de Trabajo y la Fiscalía especializada en siniestralidad laboral, para vigilar y controlar el cumplimiento de la normativa y para que se investiguen y depuren responsabilidades. No podemos consentir que estas muertes queden impunes.
Según los datos estadísticos de avance facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes al mes de enero de 2021, se han producido 77.918 accidentes de trabajo, de los que 42.067 accidentes laborales han causado la baja laboral del trabajador (descendiendo este dato en un 6,6%) y 35.851 no han producido incapacidad temporal (experimentando una disminución del 25,1%). 48 accidentes acabaron con el fallecimiento de la persona trabajadora, descendiendo esta cifra en un 14,3% respecto a los datos de avance de enero de 2020, lo que suponen 8 muertes menos.
Es importante resaltar la importancia de la situación de crisis sanitaria y económica en la que nos encontramos y que debe ser tenida en cuenta a la hora de realizar las comparaciones de los datos estadísticos correspondientes a los primeros meses del año 2021. En enero de 2020, la actividad de las empresas no estaba afectada por la crisis provocada por la COVID-19, por lo tanto era esperable este descenso de la siniestralidad.
De los accidentes laborales que causaron baja, 33.189 tuvieron lugar durante la jornada de trabajo, descendiendo en un 14,6%. El resto, 8.878 accidentes laborales fueron registrados in itinere, aumentando en un 43,9%.
30.996 accidentes con baja durante la jornada laboral se registraron entre trabajadores asalariados (lo que supone un descenso del 7% respecto al dato publicado para el primer mes de 2020) y 2.193 entre trabajadores por cuenta propia (descendiendo en este caso un 2,1%).
La incidencia de los accidentes de trabajo en jornada laboral desciende (-13,6%), influido por el descenso en la actividad empresarial y el teletrabajo. La reducción de la incidencia es generalizada en todas las secciones de actividad, siendo la Hostelería donde se aprecia el mayor descenso (-90,5%). Por el contrario, las actividades sanitarias y de servicios sociales registran el mayor aumento de la incidencia con un 70,3% más. El suministro de agua, saneamiento y gestión de residuos, las industrias extractivas y construcción son las secciones de actividad que presentan unos mayores índices de incidencia respecto de los accidentes de trabajo con baja ocurridos durante la jornada laboral con 421,5, 406,4, y 363,3 accidentes con baja por cada 100.000 trabajadores con la contingencia de accidentes de trabajo específicamente cubierta, respectivamente.
El drama de los accidentes mortales
Como indicábamos anteriormente, 48 trabajadores han fallecido durante el primer mes de 2021, son 8 personas menos que las fallecidas hasta enero de 2020 (-14,3%), esta bajada debe entenderse teniendo en cuenta la disminución de la actividad empresarial provocada por la crisis de la COVID-19. Durante la jornada de trabajo han fallecido 43 personas, son 5 menos respecto al dato de enero de 2020 (-10,4%). 5 fallecimientos fueron in itinere, 3 menos que en enero de 2020 (-37,5%), lo que tiene fácil explicación dado que se han reducido los desplazamientos, muchas personas siguen en teletrabajo.
23 trabajadores y trabajadoras han muerto en el sector servicios (aumentando en un 15% respecto al dato correspondiente a enero de 2020), 9 en industria (-25%), 7 en construcción (+40%) y 4 en el sector agrario (-63,6%).
Analizando las causas de estos fallecimientos durante la jornada de trabajo se observa que la primera de ellas son los infartos y derrames cerebrales con 13 accidentes (-43,5%). Los fallecimientos por ahogamiento aumentan en un 200%, con 3 trabajadores fallecidos durante el primer mes del año y los accidentes de tráfico aumentan en un 42,9%, alcanzando los 10 fallecimientos.
Durante el primer mes del año se han registrado 1.990 accidentes de trabajo debidos a la COVID-19, de los cuales solo uno ha sido mortal y 2 graves. Esto contrasta fuertemente con los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, en los que desde el inicio de la pandemia y hasta el 4 de marzo tenían registrados 125.691 positivos entre el personal sanitario.
Estas cifras debemos tomarlas con cautela y esperar a analizar su evolución a lo largo del año. Bien es cierto que, debido a la reducción de la actividad empresarial, se reduce la siniestralidad laboral. Por otro lado, desde UGT seguiremos con detenimiento la publicación de la estadística de accidentes de trabajo ya que durante 2020 y a pesar del descenso en la actividad, se produjo un enorme incremento de los accidentes mortales, lo que pone de relieve que la seguridad y salud en el trabajo se está dejando en un segundo plano en las empresas.
Medidas ya
Desde UGT instamos al Gobierno a abrir una mesa de diálogo social en materia de siniestralidad laboral para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación. El Gobierno ha de implicarse no puede mirar hacia otro lado.
Nos reiteramos en nuestra propuesta de articular un Plan de choque contra la siniestralidad laboral de forma inmediata. Entre las líneas de este Plan de Choque no puede faltar la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora ya que la primera causa de muerte durante la jornada de trabajo son los infartos y derrames cerebrales, patologías asociadas a este tipo de riesgos laborales.
Hay que dotar a la Inspección de Trabajo de mayores recursos, tanto humanos como materiales, para vigilar y controlar el cumplimiento de la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, De igual forma hay que dotar de mayores medios a la Fiscalía especializada en siniestralidad laboral para que investigue y depure responsabilidades. No podemos consentir que estas muertes queden impunes.