La pobreza y el desempleo provocan que España sea el país de la UE que más población ha perdido
Fecha: 17 Dic 2016
En el marco del Día Internacional del Migrante, que tiene lugar mañana, 18 de diciembre, la Unión General de Trabajadores denuncia que no se puede llamar movilidad exterior a la emigración forzada por la pobreza y el desempleo. España alcanzó su máximo de población en el año 2012 (46.818.219) y, desde entonces, es el país de la Unión Europea que más población ha perdido en términos absolutos, 372.391 personas. Una pérdida que está directamente ligada al paro, la pobreza y la emigración forzada, especialmente para la población española nacional de terceros países. El sindicato advierte este hecho supone una hipoteca para el presente y para el futuro del país y recuerda al Gobierno que la pérdida de población, y por tanto, de población activa, es una de las causas de la reducción del paro, y no la creación de empleo.
La Unión General de Trabajadores denuncia que no se puede llamar movilidad exterior a la emigración forzada por la pobreza y el desempleo. La pérdida de población supone una hipoteca para el presente y para el futuro. España alcanzó su máximo de población en el año 2012 (46.818.219). Desde entonces, es el país que más población en términos absolutos ha perdido de la Unión Europea, 372.391 personas. A uno de enero de 2016 España tiene una población residente de 46.445.828 personas. Una pérdida de población que está directamente ligada al paro y la pobreza, y a la emigración forzada como única salida posible, especialmente para la población española nacional de terceros países.
España es el país que pierde más población en términos absolutos de la Unión
En el año 2012, España tenía la tasa de paro más alta de la Unión Europea (24´8%) y su tasa de pobreza (20´8) solo era superada por Grecia, Rumania y Bulgaria. En el año 2016 Grecia supera a España en tasa de paro (22´1) y Rumania, Letonia, Lituania y Bulgaria en tasa de pobreza (tasa en España: 22´1), pero en el caso de estos países, con tasas de paro inferiores al 10%.
No solo emigran los jóvenes, la mayoría son mayores de 34 años
En el año 2015 han emigrado un total de 343.875 personas, 94.645 de nacionalidad española (el 27´5%), 124.470 nacionales de la Unión Europea y 124.760 de terceros países. De las personas de nacionalidad española, 61.556 habían nacido en España.
Por edades, el 17´3% son personas menores de 19 años, que por lo tanto emigran en grupo familiar y el 47´7% mayores de 34 años. No solo emigran los jóvenes en busca de empleo, sino que el mayor porcentaje de emigración, corresponde a personas mayores de 34 años y a menores de edad. En el caso de la nacionalidad española, el 22´7% eran menores de 19 años, el 34% entre 20 y 34 años y el 43´3% mayores de 34.
Por destinos, 205.202 personas emigraron al mismo país de procedencia, por lo tanto retornaron a sus países de origen, incluidas 18.185 personas de nacionalidad española. De la emigración extranjera, 48.003 personas optaron por emigrar a otro país distinto del de procedencia.
Las personas en peor situación abandonan el país
La pérdida de población se traduce en una pérdida de población activa, 521.700 personas menos entre los años 2012 y 2015, 478.400 de ellas, personas nacionales de terceros países.
Los mensajes triunfalistas del Gobierno atribuyen a la creación de un empleo precario la bajada de la tasa de paro. Pero eluden voluntariamente mencionar la influencia que tiene la pérdida de población en la disminución del paro. No hay más y mejor empleo, como dice el Gobierno, simplemente las personas en peor situación se han marchado.
La pobreza es otro factor de expulsión, pero además, la diferencia de la tasa de pobreza en función de la nacionalidad, nos indica otro de los efectos de la crisis, los recortes y la agresiva política de austeridad con los sectores más vulnerables de la población. En el año 2015 con renta de 2014, la tasa de pobreza nacional es del 21, mientras que en entre la población extranjera nacional de terceros países, el 55´3% de la población está por debajo del umbral de pobreza.
La Unión General de Trabajadores recuerda que nuestra pérdida de población, no se debe a una movilidad elegida sino a una emigración forzada y exige al Gobierno:
- El cambio de su política laboral y social en el sentido tantas veces reclamado por nuestra organización para que las personas, tengan la nacionalidad que tengan, no se vean obligadas a abandonar el país por el paro, la precariedad y la pobreza.
- Defender ante las autoridades europeas el derecho a la libre circulación de trabajadores y trabajadoras, y sus familias como elemento de la cohesión social europea, frente a interpretaciones restrictivas que cuestionan en especial la de quienes se encuentran en una situación precaria y/o con salarios más bajos.
- Diseñar, conjuntamente con los interlocutores sociales, una política que facilite el retorno de quienes han emigrado al exterior y quieran volver a España, con medidas específicas adaptadas tanto a los perfiles personales como laborales de los y las emigrantes y que facilite, entre otras, su reincorporación o inserción en el mercado de trabajo.