La recuperación económica debe promover un desarrollo sostenible, inclusivo y democrático
Fecha: 06 Oct 2021
El secretario de Relaciones Internacionales de UGT, Jesús Gallego, lo ha reclamado durante unas jornadas de cooperación, donde ha asegurado la participación y liderazgo de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras en los procesos de diálogo y construcción social
En este sentido, ha demandado impulsar el desarrollo económico “asentado sobre los pilares del trabajo decente, la justicia social, el consumo responsable, la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres y sobre los principios democráticos”.
Jesús Gallego ha realizado estas declaraciones durante la jornada sobre cooperación organizada por la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, donde ha señalado que “tenemos la oportunidad de dotarnos de herramientas para llevar a cabo una cooperación transformadora, con una nueva ley de cooperación, con un nuevo Plan director y ante todo con unos presupuestos adecuados que se orienten al objetivo de alcanzar el 0,7% de PIB”, ha asegurado.
Además, ha manifestado que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) “tiene un papel central como instrumento de la política de cooperación internacional, y para ello debe someterse a una profunda reforma donde se dote de recursos humanos, presupuesto y estrategia para la cooperación del siglo XXI”.
La cooperación debe reforzar el principio de “no dejar a nadie atrás”
Para el secretario de Relaciones Internacionales de UGT, la solidaridad “es parte indisoluble del proceso de desarrollo humano. Entendemos los procesos de desarrollo necesariamente anclados en la solidaridad a todos los niveles (entre clases, entre países, entre generaciones, entre hombres y mujeres…) y en la mutua colaboración”.
Una solidaridad y cooperación al desarrollo que, como ha considerado, “debe contribuir con la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el mundo a través de la defensa de los derechos laborales y libertades sindicales en los países en desarrollo, mediante el apoyo y fortalecimiento de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores para su transformación en actores líderes y relevantes del desarrollo en sus sociedades”.
Además, ha reclamado “reforzar el principio de “no dejar a nadie atrás” que promueve la Agenda 2030, llegando a las personas más vulnerables que sufren los mayores déficits de derechos humanos y con la promoción activa de la disminución de brechas de discriminación, exclusión y desigualdad”.
De esta forma, para Jesús Gallego, la cooperación internacional de UGT “debe asentarse sobre unos principios fundamentales: igualdad de género y defensa de los derechos de las mujeres, en relación a la posición de desventaja desde la que parten las mujeres, así como de las situaciones de violencia, acoso y discriminación que sufren muchísimas de ellas en su día a día; el enfoque de derechos humanos y, en particular, derechos laborales y sindicales; el fortalecimiento de las capacidades de organización de los y las trabajadoras, contando con un movimiento sindical fuerte y representativo; y la sostenibilidad ambiental y lucha contra el cambio climático”.