Las elecciones deben devolver la democracia y la justicia social a Bolivia
Fecha: 16 Oct 2020
El próximo domingo 18 de octubre, el pueblo boliviano está llamado a las urnas en unas elecciones generales que serán vitales por diferentes motivos, el principal de ellos; la recuperación de la democracia en Bolivia tras el golpe de estado de finales de 2019.
En noviembre de 2019, amparándose en infundadas acusaciones de fraude en las elecciones generales de octubre, sectores policiales, empresariales y de la derecha boliviana perpetraron un golpe de estado contra el gobierno del presidente Evo Morales. Tras el golpe, el gobierno de facto emprendió una terrible campaña de persecución a dirigentes políticos y sociales, además de una feroz represión contra las protestas que arrojaron decenas de personas asesinadas. A la violencia estatal se añadió la vuelta del racismo, de la agenda económica neoliberal y de la impunidad con la corrupción de los sectores económicos privilegiados.
Tras diferentes intentos por parte del gobierno de facto de retrasar la celebración de las elecciones, el tribunal supremo electoral confirmó su celebración para el próximo 18 de octubre. La realización de elecciones supone una gran oportunidad para reconstruir la democracia y mejorar la situación socioeconómica en Bolivia, seriamente afectadas por las fracasadas políticas del gobierno no electo presidido por Jeanine Áñez. Sin embargo, existen fundadas preocupaciones sobre el respeto del gobierno boliviano de las garantías necesarias para que la jornada electoral se desarrolle con la debida transparencia. Se han denunciado serios obstáculos para los bolivianos en el exterior para poder ejercer su derecho al voto, pudiendo ser este colectivo decisivo en el resultado final.
De cara a los comicios, debe señalarse el esfuerzo, de las fuerzas sociales y políticas opositoras al golpe de estado, para impulsar la realización de elecciones, puesto que durante los más de diez meses de gobierno golpista no ha cesado la mencionada persecución y represión política contra amplios sectores de la sociedad boliviana, que han pagado dicho acoso, en muchos casos, con la vida o el exilio.
Desde UGT, apoyamos la celebración de las elecciones y la participación del conjunto de los trabajadores de Bolivia, en su empeño por restaurar el camino de la democracia y la justicia social. Las elecciones deben celebrarse con el máximo respeto por parte de las autoridades bolivianas y de la comunidad internacional con la decisión democrática que tome el pueblo de Bolivia en las urnas. Consideramos también que el Gobierno de España y las instituciones europeas deben observar con atención que se respeten las mencionadas garantías democráticas, así como evitar formar parte de estrategias intervencionistas y desestabilizadoras como la desarrollada en el país andino por parte de la OEA, Estados Unidos y gobiernos derechistas latinoamericanos en el marco del golpe de estado de noviembre de 2019.