“Necesitamos instrumentos políticos y jurídicos para proteger los derechos de la infancia”
Fecha: 07 Jul 2021
Mari Carmen Barrera, secretaria de Políticas Europeas, en su ponencia en la reunión del Plenario del CESE
La secretaria de Políticas Europeas de UGT, Mari Carmen Barrera, ha participado este miércoles, 7 de julio, en la reunión del Pleno del Grupo de Trabajadores del Comité Económico y Social Europeo y en la reunión del Plenario del CESE, en la que ha sido ponente en la aprobación del Dictamen a la Estrategia de la UE sobre los Derechos del Niño y Recomendación sobre el Establecimiento de una Garantía Infantil Europea.
Durante su intervención, Mari Carmen Barrera denunció que “los derechos humanos y de los niños son vinculantes para todos los Estados Miembros, tal y como se establece en el artículo 2 del TUE”, pero que, actualmente, “alrededor de uno de cada cinco niños, niñas y adolescentes se encuentra en riesgo de pobreza en Europa”. Esta situación, que se ha visto agravada por la crisis de la COVID-19, es inaceptable y se une a otras realidades no menos preocupantes. En este sentido, la secretaria de Políticas Europeas ha señalado que “la violencia contra los niños, virtual o en el mundo físico, es un fenómeno demasiado común y extendido en todos los ámbitos de desarrollo (como el familiar, el escolar, etc.) de los menores”. Todo ello “hace más urgente que nunca una respuesta europea a esta situación”, ha asegurado Barrera.
Con respecto a esto, la secretaria de Políticas Europeas ha insistido en que “hay que articular instrumentos políticos y jurídicos relacionados con los derechos de la infancia” que tengan un “enfoque holístico y, sobre todo, coordinado”. Ha valorado positivamente, por ello, “la transversalidad, la interseccionalidad y la visión global y universalizadora de las políticas públicas de la UE en materia de derechos de la infancia” y “el papel central del diálogo social y de la negociación colectiva como métodos eficaces para combatir la desigualdad y la pobreza, así como para erradicar las desigualdades y mejorar la calidad de vida de las familias y de los menores”.
La Garantía Infantil: elemento clave de la Estrategia Europea de Derechos de la Infancia
Entre estos instrumentos, Mari Carmen Barrera ha reivindicado la importancia de la Garantía Infantil, que concretó “acciones completas y medidas específicas que se pueden poner en marcha de forma rápida y eficaz” y que funcionan de manera transversal con “otras políticas de la UE y sus esfuerzos coordinados por la igualdad de género, derechos LGTBI, discapacidad, etc.” Esto permite encuadrar a esta garantía “dentro de una perspectiva más amplia con respecto a los derechos de la infancia.”
Para la secretaria de Políticas Europeas, esto la convierte es “uno de los instrumentos principales de la Estrategia Europea de Derechos de la Infancia y del Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales”. Además, indica, la Garantía Infantil reconoce que “el bienestar social y la calidad de vida están estrechamente vinculados al empleo, en su sentido económico y social, y se plantea como objetivo irrenunciable el “garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes de la UE tengan acceso en igualdad de condiciones a seis derechos básicos: educación y cuidado infantil, educación y actividades extraescolares, al menos una comida saludable por día lectivo, salud, vivienda adecuada y nutrición saludable”.
Es por todo ello, reivindica Barrera, por lo que hay que instar a los agentes sociales a seguir este mismo camino, porque, de lo contrario, “no podremos lograr la erradicación de las desigualdades.” De hecho, recalca, esta es la misma línea que sigue el CESE en sus recomendaciones para la Comisión Europea, incluidas en el dictamen sobre la Estrategia Europea para los derechos de la infancia y en cuya redacción ha participado, en calidad de experto, nuestro compañero Toño Abad, responsable del área confederal de UGT-LGTBI.
Entre estas, la secretaria de Políticas Europeas destaca que el CESE insta a la integración de los derechos del niño en la formulación de políticas de otros ámbitos de manera horizontal para asegurar que tengan efectos positivos, empoderadores y duraderos. Así mismo, hace hincapié en que este organismo recomienda que los planes de acción nacionales sobre la Garantía Infantil incluyan un conjunto de medidas para dos o varias generaciones, puesto que la vulnerabilidad del niño no se puede abordar sin abordar la de su familia y debemos “romper el ciclo intergeneracional de pobreza desfavorecida”. En este ámbito, Barrera ha demandado “una meta ambiciosa que apunte a sacar a todos los niños y niñas de la pobreza para el 2030 y no solo a cinco millones de niños”, algo que no se va a conseguir cuando el propio CESE enfatiza que “solo 11 países han destinado fondos específicos del FSE+ para sacar a los niños de la pobreza”.
Finalmente, el CESE recomienda a los EM que se asegure la complementariedad de marcos como la Garantía Infantil y la Juvenil, así como el acceso gratuito a la educación y al cuidado de la primera infancia, a la educación y a las actividades escolares y a la asistencia sanitaria. Alternativamente, apunta Barrera, los países deben “asegurar, a través de beneficios en efectivo apropiados, que los menores obtienen estos servicios clave sin causar una carga financiera adicional para las familias.”