Sin derecho de huelga no hay democracia
Fecha: 23 Abr 2021
El consultorio monográfico aborda la derogación del artículo 315.3 del Código Penal, en el día en que en Getafe se realiza un homenaje a cientos de los sindicalistas
Una semana más, el consultorio laboral monográfico de UGT vuelve a resolver las dudas y consultas de los trabajadores y trabajadoras de este país. En esta ocasión, se centra en el artículo 315.3 del Código Penal, que criminalizaba el derecho fundamental de huelga, que encausó a más de 300 personas trabajadoras desde el año 2012 y que el pasado 14 de abril se derogó en el Senado.
“Este artículo está vigente desde la transición”, ha señalado Manuel de la Rocha, abogado de UGT que estuvo en la defensa en varios juicios de los encausados, “pero no se había aplicado nunca hasta el 2012 con el Gobierno del PP. Se dio una actuación conjunta represiva del Ejecutivo y de la Fiscalía, acusando de delito a los piquetes de las huelgas y pidiendo penas muy altas, con condenas en algunos casos, con absoluciones en la mayoría de ellos, pero con una situación dura”.
Para de la Rocha, “el objetivo del PP era disuadir que hubiera huelgas, pero los piquetes son un elemento esencial de la misma, y el derecho de huelga es un derecho fundamental amparado por nuestra Constitución. Sin derecho de huelga no hay democracia”.
En este sentido, ha señalado que “los fiscales pedían 7 u 8 años por participar en piquetes, algo insólito. Afortunadamente, ha habido jueces mucho más sensibles que han absuelto o han aplicado penas muy leves que han permitido no entrar en prisión a ningún sindicalista. Sin embargo, el PP sigue amenazando con este artículo cuando vuelvan a gobernar, pero nosotros seguiremos reiterando que el derecho a huelga no es un delito”.
Hay que acabar con la Ley Mordaza y las reformas laborales
En el consultorio de esta semana hemos podido contar con la participación de tres de estos encausados por ejercer el derecho fundamental de huelga.
Uno de ellos fue Rubén Ranz, enjuiciado por hacer de piquete en la Plaza de la Lealtad de Madrid durante la huelga de 2012, que nos ha manifestado que “el momento de la detención fue muy dura. La Fiscalía nos pedía 7 años de cárcel por hacer de piquete en una huelga, algo insólito. El juicio fue cinco años después, y ese camino fue una tortura. Es difícil explicarle a tu familia, a tu hijo, lo que estaba pasando.
Por ello, cuando se derogó el artículo 315.3 el pasado día 14, “sentí una gratitud y un alivio inmenso. Era la culminación a casi diez años de lucha contra este artículo injusto. Ahora hay que derogar la Ley Mordaza y las reformas laborales, que fueron el inicio de estas movilizaciones”.
En este sentido, Rubén Ranz ha participado en el día de hoy en una manifestación en Getafe en homenaje a los cientos de sindicalistas encausados desde 2012 y a favor de seguir en la lucha [click aquí para ver vídeo del acto]. “Getafe es un núcleo del movimiento sindical, con muchas fábricas y trabajadores y trabajadoras muy implicadas en la lucha por los derechos. Están los 8 de Airbus también allí, que vivieron esta misma situación, y hoy nos movilizaremos por todos ellos. Muchos de los 300 sindicalistas eran de la zona sur de Madrid y ahora tenemos que acabar con la Ley Mordaza y las reformas laborales”.
Durante la manifestación, ha considerado que “en el 2012 muchas cosas se derrumbaron, nos rompieron la negociación colectiva con la que generábamos derechos. Quebraron la confianza de mucha gente, mutilaron la esperanza de muchas personas trabajadoras con las Reformas Laborales del 2012. Ese año ya empezaron las colas del hambre. Las declaraciones de Ayuso llamando “mantenidos” a las personas que esperan una ayuda no son responsables. Ella no sabe lo que es pasar hambre. Soy el pequeño de cuatro hermanos. En mi familia con abrir la nevera sabíamos si mi padre había cobrado o estábamos a final de mes. A mí me revolvió el estómago y a las personas que tengan un poco de dignidad se han tenido que ofender con las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es un horror esta transformación ultra y extrema de la derecha. Y esto no es por la cercanía con Vox. Esto viene del 2012 y ahora están en lo alto de la curva de su fanatismo neoliberal”.
En este sentido, ha recordado que también en el Senado “tuvimos que escuchar palabras de Cristina Ayala, senadora de la extrema derecha del PP, retándonos a los sindicalistas presentes en el Senado: “Ahora os aplicaremos las coacciones y vamos a pedir aumentar las penas”. El derecho de huelga y el piquete de huelga esta enraizado con el movimiento obrero y con las conquistas obtenidas por la clase trabajadora. Ahora toca devolver derechos, este es el camino, nos estamos reuniendo otra vez, para convivir, para construir sociedad”.
Por fin se demuestra que la huelga no es un delito
Uno de estos 8 de Airbus fue Raúl Fernández, que terminó el juicio absuelto pero que, como señala, también “fueron años muy complicados a nivel personal, porque no entendías por qué estabas en esa situación. Esto fue una trama judicial y política de calado. Éramos personas indefensas ante el entramado judicial y político, que no le duelen prendas en manipular pruebas con tal de conseguir su objetivo”.
“Esta situación lo que nos hizo fue seguir peleando y defendiendo para derogar el artículo y que no volviera a pasarle a nadie lo que me pasó a mí”, ha afirmado. “Con la derogación de este artículo sentí una alegría y un alivio enorme, también como sindicalista, por saber que el derecho de huelga no es delito y que debemos defender los derechos laborales amparados por la Constitución”.
No podemos permitir que este artículo se vuelva a recuperar
El tercer encausado que ha participado en el consultorio de hoy ha sido Alberto Villalta, trabajador de ArcelorMittal y que sí fue condenado por ejercer el derecho fundamental de huelga. “Fui condenado en uno de los primeros juicios que se celebraron a cuenta de este artículo. El PP puso toda su influencia en la judicatura para que nos condenasen, pero no entramos en prisión porque el no tener antecedentes sirvió para pagar una fianza y poder estar libres”.
“Vivimos todo el proceso con mucha preocupación, sobre todo desde el punto de vista personal y familiar”, ha señalado. Incluso “en 2015 estuve en la sede de la OIT protestando contra esta situación, como si nuestro país fuera una república bananera y las personas no nos pudiéramos manifestar a favor de nuestros intereses. Es una satisfacción que este artículo se haya derogado al fin y no podemos permitir que se vuelva a recuperar”.