​No se está consolidando la tan proclamada recuperación y nuestra economía es muy vulnerable a factores externos y al ciclo económico internacional de turno. Así se constata en el avance de los datos de Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre del año, que mantiene la tasa de crecimiento en el 0,8% y sitúa la caída de la tasa anual hasta el 3,4%.  

Para la Unión General de Trabajadores, es imprescindible acabar ya con las políticas de austeridad que han agravado los efectos de la crisis y practicar otras políticas, que deberían constar entre los objetivos del Plan Nacional de Reformas, que apuesten por la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad.

Hoy hemos conocido el avance de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del primer trimestre del año, publicados por el INE, que estiman que la tasa de crecimiento intertrimestral de la economía española se mantiene en el 0,8%, la misma desde el tercer trimestre de 2015, mientras que la tasa de crecimiento anual cayó una décima, hasta el 3,4%.

Esta evolución de los datos del PIB ponen de manifiesto que no parece consolidarse la tan presumida recuperación, más teniendo en cuenta que ese crecimiento sigue sin consolidarse y sin trasladarse al bienestar de los ciudadanos y trabajadores de nuestro país.

Además, tal y como viene reiterando la UGT, nuestro modelo de crecimiento es tan dependiente de actividades y factores estacionales y tradicionales, que nuestra economía es muy vulnerable ante shocks externos y vaivenes del ciclo económico internacional. En este sentido, UGT reclama un crecimiento real de los salarios en nuestro país que aumente la demanda interna, el poder adquisitivo de los trabajadores y dinamice la economía.

Es sintomático que, a pesar de tener un PIB por encima del 3%, nuestro país siga destruyendo empleo, como indican los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados en el día de ayer.

En los últimos años, con un crecimiento del PIB por encima del 3%, en los primeros trimestres del año siempre crecía el empleo. Sin embargo, en esta ocasión, durante el primer trimestre de 2016, con un crecimiento por encima del 3% el empleo ha caído, lo que refleja claramente la debilidad de nuestra economía y lo lejos que está la senda del crecimiento real de la economía.

El próximo Gobierno debe ser consciente de este hecho para no volver a caer en políticas erróneas que han dado lugar a un modelo económico y productivo incompatible con el progreso social y la igualdad, e incluso con la propia estabilidad macroeconómica. Porque las políticas practicadas en España en los últimos años se han caracterizado por un debilitamiento de la estructura económica y una creciente desigualdad social.

Además, hoy el escenario de una nueva ralentización de la actividad económica está caracterizado por menos industria, menos empleo y de peor calidad, y ahogado por las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por ello Europa tiene la obligación de permitir el crecimiento de sus miembros y no ahogarlos con unos objetivos de déficit público imposibles de garantizar sin una estructura económica fuerte.

En este sentido, UGT demanda a las instituciones europeas una política económica y social expansiva, para poder reconstruir el modelo social europeo: con una sociedad cohesionada, con igualdad de oportunidades y con derechos conseguidos mediante la negociación colectiva. Porque nuestra economía funciona mejor cuando funciona para todos y no sólo para unos pocos.

Y en esta clave deben establecerse los objetivos del Plan Nacional de Reformas de nuestro país: la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad.

Esto pasa por finiquitar de inmediato las políticas de austeridad que han agravado los efectos de la crisis. Porque la recuperación real y social de nuestra economía no se puede producir sin aumento del consumo, lo que pasaría inexcusablemente por la recuperación de los salarios, la corrección de las desigualdades y el crecimiento de la inversión pública.