UGT acusa al Gobierno y a la UE de incumplir sus compromisos mientras los refugiados sufren las inclemencias del invierno
Fecha: 27 Ene 2017
UGT denuncia que el Gobierno y la Unión Europea (UE) siguen sin afrontar sus responsabilidades en materia de migración, mientras se mantiene una crisis humanitaria acrecentada por las inclemencias del invierno, e insisten en su política de intentar trasladar el problema a países terceros, como Libia, además de Turquía, y que así actúen de frontera para impedir el acceso de los refugiados. Así se refleja en los tres últimos documentos aprobados por la UE, en materia de migración, en los que se pone de manifiesto que no afronta la catástrofe humanitaria ni exige a los Estados miembros que cumplan con sus obligaciones en materia de asilo o de atención humanitaria.
La Comisión Europea presentó el miércoles tres propuestas en materia de migración que contempla que, además de Turquía, otros países terceros actúen como nuevas fronteras exteriores de la Unión e impidan el paso de los migrantes y de los solicitantes de protección internacional que quieren llegar al territorio comunitario. En ninguno de ellos afronta la catástrofe humanitaria en el seno o en las fronteras de la Unión, ni adopta las medidas necesarias para hacer que los Estados miembros cumplan sus obligaciones en materia de asilo o de atención humanitaria.
- En la UE, solo se han reubicado 8.062 personas en todos los Estados de la Unión, desde Italia y Grecia (son cifras de la Comisión Europea a 6 de diciembre de 2016). Es decir, el 5% de los 160.000 comprometidos y que debería cumplirse antes de 26 de septiembre de 2017.
- Y en España, según el Ministerio del Interior a 21 de enero de 2017, se han reubicado 745 personas desde Italia y Grecia, el 3´8% de los 19.399 comprometidas y que debería cumplirse antes de 26 de septiembre de 2017
La Unión General de Trabajadores denuncia que la Autoridades de la Unión Europea y sus Estados miembros, en los que incluye España, siguen dando pasos hacia la subcontratación de sus obligaciones en materia de asilo y de inmigración, mientras el compromiso que contrajeron en materia de reubicación de solicitantes de protección internacional continúa sin cumplirse. En este sentido, miles de refugiados están sufriendo la ola de frío en toda Europa en condiciones precarias porque los Estados de la UE no cumplen sus obligaciones. Una ola de frío que muestra la congelación de la propia Europa a la hora de cumplir el acuerdo pactado y reubicar a los refugiados que se había comprometido.
La Comisión Europea, tras señalar que el Acuerdo con Turquía -ilegal a juicio de UGT- ha dado buenos resultados al reducirse el flujo de migrantes hacia la Unión Europea, ésta dirige su mirada a Libia y a otros países, para que actúen, al igual que Turquía, como una frontera blindada que impida que lleguen a territorio comunitario, migrantes y solicitantes de protección internacional.
Salvar vidas en el Mediterráneo y luchar contra las redes de tráfico y trata de seres, son objetivos necesarios. Más de 5.000 personas han muerto en el Mediterráneo en 2016 y en lo que va de año han fallecido ya 230 personas (según Naciones Unidas y la Organización Internacional de Migraciones). Pero, nuevamente, tanto las autoridades de la Unión como los Estados miembros eluden aplicar en sus propios territorios las obligaciones impuestas por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre el Estatuto de los refugiados de Naciones Unidas: toda persona tiene derecho a buscar asilo en cualquier país y a recibir una atención adecuada.
Incumplen, igualmente, los compromisos de reubicación consintiendo, además, que haya países miembros de la Unión que directamente se nieguen a acoger a solicitantes de protección internacional, y permitiendo que decenas de miles de personas vivan en condiciones infrahumanas sufriendo los rigores del invierno mientras esperan su reubicación. En septiembre de 2015, la Comisión Europea señalaba que la situación debería resolverse antes de que llegara el invierno y en noviembre de este año los países miembros se comprometieron a acelerar los procesos de reubicación. Éste es ya el segundo invierno desde aquella declaración: la falta de actuación y la impasibilidad con la que las autoridades y los estados miembros contemplan la catástrofe humanitaria, dentro o a las puertas de la Unión, es inhumana e inaceptable en cualquier democracia.
Por otra parte, la Comisión justifica el mantenimiento de controles en las fronteras interiores en varios países de la Unión. Controles que dice son necesarios debido a la gran presión migratoria que tiene su origen en las deficiencias graves en la gestión de las fronteras exteriores de Grecia, uno de los países más castigados por la crisis y las políticas de la Unión.