Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Niñas en las TIC, promovido por las Naciones Unidas, UGT vuelve a denunciar el ostracismo salarial, profesional y laboral al que se estaban viendo sometidas las mujeres en los ecosistemas digitales y relacionados con las nuevas tecnologías.

El sindicato lleva más de un lustro analizando la presencia y el papel de las mujeres en el empleo tecnológico y, lamentablemente, constata que la infrarrepresentación de las mujeres en los entornos tech no solo no ha crecido, sino que ha descendido ostensiblemente ya que, según los datos de la Encuesta sobre el uso de TIC y del comercio electrónico en las empresas 2023, publicados por el INE, el porcentaje de empresas con mujeres especialistas TIC en su plantilla ha descendido más de once puntos desde 2017 (del 50% al 38,73% actual).

Esta tendencia da lugar a centros de trabajo tecnológicos profundamente masculinizados donde sólo un 8% de las tech presenta paridad de género en 2023 (la misma cifra que en 2019) y se registra menos de una mujer por cada cuatro puestos profesionales relacionados con las TIC. 
Además, si se desglosan los datos por especialidades, la dimensión del problema se hace más que palpable ya que sólo un 0,64% del total de expertos en IA de nuestro tejido productivo son mujeres, el porcentaje de mujeres especializadas en Ciberseguridad apenas supera el 1% del total y menos del 2% del total de profesionales del Cloud Computing son féminas.

Las cifras difieren mucho según el tamaño de la compañía, de hecho, las empresas con menos de 10 personas trabajadoras constatan mayor presencia de mujeres, superando a PYMES y grandes compañías puesto que el porcentaje de mujeres especialistas TIC en las microempresas supera por tres puntos al de las grandes empresas (31% por 27%); la presencia de expertas en IA en las empresas más pequeñas triplica al de las empresas con más de 250 personas (2% vs. 0,46%).

Las condiciones que ofrecen las grandes no atraen el talento femenino

Que las empresas más pequeñas sean las que mayor presencia femenina acumulan, dentro del empleo tech, puede vincularse al fracaso de las grandes compañías a la hora de atraer talento femenino, al ser incapaces de construir ofertas de trabajo con auténtica proyección salarial y profesional, acompañadas de políticas de conciliación corresponsable, lo que acaba haciendo que las mujeres apuesten por empresas más pequeñas, y a la postre concienciadas (tipo startups y semejantes).

Las consecuencias competitivas para nuestra economía son sombrías situando a España en el puesto 18 en porcentaje de especialistas TIC sobre el total de empleo mientras que descendemos tres puestos en el porcentaje de mujeres profesionales de las nuevas tecnologías, para situarnos en la vigésima posición.

En definitiva: las empresas españolas han renunciado al reclutamiento femenino en puestos relacionados con las nuevas tecnologías, anclándose en las conocidas excusas sobre la falta de talento en las fases educativas, cuando la realidad laboral de las tecnólogas españolas es lamentable con salarios siempre más bajos que los hombres, muchos más obstáculos para crecer profesionalmente y un clima de trabajo discriminatorio y que invita a las mujeres a abandonar sus carreras si desean ser madres.