Tras el hallazgo sin vida de los cuerpos pertenecientes a seis rehenes israelíes capturados por Hamás el 7 de octubre, el pueblo israelí ha salido a protestar contra el Gobierno Ultraderechista de Benjamin Netanyahu, cuyo desinterés en el diálogo y su apuesta por la violencia siguen impidiendo que muchos cautivos se reencuentren con sus familias. Este uso de la violencia se ha cobrado la vida de más de 45.000 gazatíes en lo que va de invasión.

El movimiento sindical en Israel, no ha dudado en convocar la huelga general para este mismo lunes, haciéndose eco del malestar general del pueblo israelí contra su mandatario. Este paro cuenta además con el apoyo de El Foro de Familias de los Rehenes, máximo representante de los familiares que quieren a los rehenes de vuelta.

Histadrut, la principal organización sindical israelí, anunciaba este pasado domingo la paralización total del tráfico aéreo en el país, denunciando que estaban “recibiendo bolsas con cadáveres, en lugar de un acuerdo”. “Un acuerdo es más importante que cualquier otra cosa”, declaraba la organización sindical, alegando además que Netanyahu está impidiendo que se alcance la paz por puras consideraciones políticas e intereses personales.

Lo cierto es que, meses antes de los sucesos del 7 de octubre, Histadrut ya convocó una huelga general a causa de la usurpación del poder judicial que pretendía realizar el actual gobierno ultraderechista. Sin embargo, Netanyahu consiguió armar un discurso ultra nacionalista como respuesta a los acontecimientos del 7 de octubre que le ha permitido mantenerse en el poder, justificando así miles de vidas que su acción militar se ha llevado por delante en Gaza, mayoritariamente mujeres y niños. Afortunadamente, todo parece indicar que ese rédito político da muestras de agotamiento, pues a su gobierno ya se le conoce como “el gabinete de la muerte”, como se escucha en las diferentes protestas alrededor del país.

Este es un gobierno de ultraderecha, impopular y violento; sin interés alguno en atender a las demandas de su pueblo y que se niega a buscar la paz, a pesar del consenso internacional a favor de que se alcance un alto al fuego cuanto antes. Ante este gobierno tiránico son las y los trabajadores quienes se han levantado para clamar contra su política de desgaste y a favor de una resolución pacífica.

La construcción del Estado Palestino comienza por la consecución de un alto al fuego inmediato

Mientras el pueblo israelí se levanta contra el violento Netanyahu, la situación en Gaza es más insostenible que nunca. Al hambre y a los continuos bombardeos se le ha sumado el regreso de la Polio, tras 25 años sin casos registrados.

La Corte Penal Internacional abrió una investigación para aclarar si Netanyahu ha cometido crímenes contra la humanidad. El Gobierno de España, que reconoció al Estado Palestino hace tan solo unos meses, ha declarado que apoya esta investigación y que defenderá su decisión, lo que le ha costado continuas burlas, amenazas e insultos por parte de diferentes ministros israelíes. Ahora no es un país extranjero quien les acusa de ser enemigos de la paz, de atender intereses propios o de utilizar la situación rehenes como una herramienta para perpetuarse en el poder; es el propio pueblo israelí quien lo dice.

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores, apoya la salida pacífica de este conflicto y refrenda su posición a favor de la solución de dos Estados, al igual que lo hacen las últimas resoluciones de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional (CSI). La construcción del Estado Palestino comienza por la consecución de un alto al fuego inmediato y definitivo, por lo que el sindicato desea que esta Huelga General liderada por la clase trabajadora israelí tenga éxito, reciba un claro apoyo popular y terminé de debilitar al Gobierno Ultraderechista.