Durante la jornada de hoy, 25 de junio, se desarrolla en Argentina una nueva huelga general, promovida por todas las organizaciones sindicales (CGT, CTA-A, CTA de los trabajadores y gremios de izquierda) y apoyada por una gran cantidad de movimientos sociales.

La medida de fuerza es una respuesta a la política económica antisocial del gobierno de Macri y, especialmente, frente al acuerdo que dicho gobierno ha suscrito con el Fondo Monetario Internacional. Desde que asumió el gobierno a finales de 2015, las políticas económicas del presidente Macri han afectado fuertemente la calidad de vida y los derechos de los trabajadores y trabajadoras, en beneficio del capital financiero especulativo y los grandes grupos económicos, que han aumentado sus beneficios debido a reducciones de impuestos, aumento de tarifas de servicios públicosy devaluación de la moneda nacional, entre otras medidas económicas de corte neoliberal. Las consecuencias han sido nefastas para los trabajadores argentinos, con la pérdida de poder adquisitivo, destrucción de la industria nacional, imposibilidad de pagar las facturas de servicios públicos y reducción en las jubilaciones, entre otras consecuencias.

Rechazo al acuerdo con el FMI

Como respuesta a esta crisis económica generada por sus propias políticas, el gobierno argentino ha acordado un gigantesco préstamo con el FMI (el mayor de los concedidos en su historia por este organismo) que, como la historia argentina reciente demuestra, supondrá un programa de ajuste, reducción salarial y de pensiones, congelamiento de la inversión pública y destrucción del tejido industrial argentino, compuesto en su gran mayoría por PYMES. De esta manera, nuevamente el FMI, tras números fracasos en sus valoraciones e intervenciones en materia de recates financieros y asesoramientos neoliberales a gobiernos, continúa deslegitimando sus funciones y contradiciendo los principios de la Carta de Naciones Unidas. 

Los sindicatos convocantes exigen al gobierno argentino la retirada del acuerdo con el FMI, la suspensión de los despidos, el fin de la intromisión del gobierno en las negociaciones paritarias, un freno a los “tarifazos” de servicios públicos, la implementación de un programa fiscal progresivo y la detención de los proyectos de reforma laboral que impulsa la coalición gobernante Cambiemos.

Desde UGT apoyamos a nuestras compañeras y compañeros sindicalistas argentinos en estas reivindicaciones y hacemos extensiva nuestra solidaridad con el conjunto de trabajadoras y trabajadores del hermano país latinoamericano.​