La Unión General de Trabajadores condena el cobarde atentado terrorista de Niza y envía a la familia y allegados de las víctimas, así como a todo el pueblo francés, sus condolencias y su solidaridad. 

Los atentados de Niza de hoy se suman al vivido la semana pasada también en Francia, en el que el profesor Samuel Paty fue asesinado. Estos ataques no lo son sólo a la vida de las personas. Lo son a toda la sociedad europea al atacar los principios de democracia, libertad y paz. 

Acabar con el autoritarismo 

La barbarie yihadista se suma a la llamada a la violencia y al caos que grupos de ultraderecha y populistas están llevando a cabo en toda Europa y en todo el mundo con el mismo objetivo: sembrar el miedo y el caos, provocar la desestabilización, e imponer un nuevo orden represor. 

Las medidas llevadas a cabo por gobiernos de todo el continente para conseguir frenar la pandemia causada por el COVID-19 son también, por desgracia, el espacio idóneo para que los nuevos y los viejos autoritarios, escudándose en la libertad y en la democracia, vociferen y actúen de manera sangrienta. 

Ante el terror, más democracia

Para UGT el terrorismo de cualquier clase es sencillamente inaceptable. No admitimos ni admitiremos nunca que, escudándose en la libertad y en la democracia, los nuevos y los viejos autoritarios alteren la convivencia construida bajo las bases del consenso por una clase trabajadora que quiere vivir en paz. Los atentados y amenazas a la ciudadanía y a la clase trabajadora, vengan de donde vengan, deben ser perseguidos. 

Ante situaciones terribles como ésta, UGT anima a no responder a la provocación, sino actuar con calma, justicia y el propio valor de la democracia.

El reparto de riqueza, trabajos dignos, servicios públicos de calidad y la educación a la ciudadanía son las mejores armas que los Estados tienen para combatir el odio y el terror. La llamada a la tolerancia y su puesta en práctica, y el ejercicio real de convivencia pacífica son las obligaciones que toda la sociedad tenemos para hacerlo.