UGT cree que la medida de 430 € no es útil por falta de acercamiento del Gobierno a los interlocutores sociales
Fecha: 23 Jun 2017
La Unión General de Trabajadores considera que la propuesta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de combatir el desempleo juvenil subvencionando –con recursos públicos europeos- los salarios de los desempleados menores de 30 años que accedan a un contrato para la Formación y el Aprendizaje es fomentar la precariedad de este colectivo en lugar de combatirla. Si el Gobierno busca mejorar la empleabilidad y la formación de la juventud, se debe trabajar para construir los canales para llegar a esa juventud y establecer medidas que activen al joven, que le ofrezcan salidas alternativas, y no simples complementos salariales que generen una brecha entre distintos jóvenes y que solo sirven para seguir financiando con dinero público el gasto empresarial.
Las medidas planteadas ayer por el Gobierno en la comisión de control y seguimiento de la Garantía Juvenil, las mismas anunciadas y publicitadas por la Ministra de Empleo y Seguridad Social desde hace días, se corresponden más con el compromiso político del Ejecutivo de dar cumplimiento a sus acuerdos de Gobierno con Ciudadanos que al planteamiento de una estrategia integral para lucha contra el paro que afecta a casi la mitad de las personas jóvenes de nuestro país.
UGT entiende la preocupación del Gobierno por cumplir con sus obligaciones para con Europa y no desperdiciar una ayuda económica de la Unión, pero eso no nos legitima para lanzar cualquier propuesta con tal de justificarlo. Una muestra de la precipitación en el anuncio y la falta de estudio sobre el impacto de la medida, de ser aprobada, es que para que realmente afecte a los 800.000 jóvenes que estimaba Báñez, sería necesario destinar 6.200 millones de euros y no los 500 millones presupuestados. Por tanto, mostramos nuestro escepticismo a las metas planteadas por la Ministra y nuestra posición contraria a que se abone directamente un salario con dinero público solo a aquellos jóvenes que han podido acceder a esta medida, discriminando al resto que está demandando una oportunidad laboral y no se le concede, y quienes verán que se queman todos los recursos en solo un 4% del total de desempleados jóvenes.
Por todo ello, proponemos al Ejecutivo ponernos a trabajar inmediatamente y de manera conjunta para perfilar bien las medidas que se pueden llevar a cabo, medidas reales y que beneficien efectivamente a la juventud desempleada para no perder esa ayuda de Europa, pero tampoco tirarla al mar.
Ese trabajo conjunto entre interlocutores sociales y Gobierno que proponemos, tiene que tener como objetivo reconstruir el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, aprendiendo de los errores pasados, recogiendo buenas prácticas de otros Estados miembros de la UE para conseguir los siguientes objetivos: llegar a todos los perfiles de jóvenes, yendo al terreno y no esperando a que se vengan a inscribir; alcanzar una batería de propuestas que no excluyan ni discriminen a ningún joven, con independencia de donde viva, de su nivel formativo y de su experiencia laboral previa; establecer unos mecanismos de control y evaluación que identifiquen medida a medida su verdadero impacto para poder tener un análisis real de la efectividad de la Garantía Juvenil y poder realizar las correcciones necesarias.
Además, el empleo juvenil tiene que venir acompañado de unas políticas que generen empleo, un plan estratégico que cree empresas y puestos de trabajo en sectores clave como la industria y los nuevos yacimientos de empleo.
Por tanto, nos ponemos una vez más a disposición del Gobierno para construir un Plan de Choque por el Empleo Juvenil que incluya una reconfiguración del Sistema Nacional de Garantía Juvenil y mejore sus experiencias dentro de un marco de empleo y formación de calidad.