UGT rechaza la publicidad de juguetes machista
Fecha: 04 Ene 2020
A pesar de los avances persisten catálogos que refuerzan los estereotipos de género
► Es inaceptable que se siga orientando a los pequeños en base a roles de género y se les presione desde la infancia.
► Los estereotipos de género que se van construyendo desde el nacimiento son la causa de las discriminaciones que soportan las mujeres en el ámbito laboral.
► Es necesario que la ciudadanía influya en la medida de sus posibilidades en el rechazo de estos catálogos de diferencias.
La Unión General de Trabajadores denuncia los anuncios y catálogos sexistas, que dividen los juguetes entre niños y niñas, ayudando a consolidar las diferencias entre mujeres y hombres, que se va a extender a lo largo de toda la vida y que marcan también el mercado laboral.
Al mismo tiempo, el sindicato hace un llamamiento a toda la ciudadanía para que influya en la medida de sus posibilidades en el rechazo de estos catálogos de diferencias.
Estereotipos de género
Los estereotipos de género, una construcción social que aparece incluso antes del nacimiento y se prolonga durante toda la vida, son la causa de las discriminaciones que soportan las mujeres en el ámbito laboral.
Las decisiones que van tomando los padres y madres desde que conocen el sexo de su futuro bebé van a ir formando una concepción de la vida que separa a niños y niñas. El color de la habitación, de la ropa, de los accesorios, poner pendientes a las niñas… el tópico del rosa para las niñas y el azul para los niños. Todo va condicionando. Todo va calando.
En el marco de las celebraciones navideñas, incluso meses antes, las tiendas de juguetes nos inundan con catálogos que separan por colores los juguetes de niños y niñas y van introduciendo las tareas que se esperan de ellos y ellas a medida que van creciendo. Más tópicos: las muñecas para las niñas, los cochecitos para los niños.
Estos catálogos de juguetes, organizados por edades, van marcando el ritmo al que vamos a ir aprendiendo las tareas que la sociedad espera de cada uno de nosotros y nosotras.
Reparto de roles
Los patrones y el reparto de roles se van consolidando a medida que crecemos y todos los ámbitos de la vida, -sociedad, familia, escuela, espacios públicos…-, van reforzando unos patrones que se extienden hasta la universidad, con carreras enfocadas para chicas y para chicos. Y así llegamos al mercado laboral.
Quienes tienen la capacidad de contratar entienden que las mujeres han sido preparadas a lo largo de su vida para unas determinadas tareas –cocinar, limpiar, cuidar…etc- y los hombres están suficientemente preparados para dirigir, construir edificios, conducir… etc.
Todo hace que finalmente encontremos un mercado laboral en el que existe una marcada brecha de género y donde las mujeres tienen mayor presencia en sectores de producción con peores salarios como la hostelería, el comercio o la sanidad mientras que los hombres ocupan sectores como la industria o la construcción.
Brecha por género
Ese es el recorrido que nos lleva a la configuración de un género masculino y femenino, que va a situar a las mujeres en los empleos con menor valor ya que conllevan menores salarios y menor reconocimiento laboral y social y a los hombres en los empleos con mayores retribuciones y mayor reconocimiento laboral y social.
Una realidad que se construye de espaldas al artículo 14 de la Constitución Española, cuando consagra la igualdad entre los sexos como un principio fundamental.
Tímidos avances
A pesar de los tímidos avances que se van produciendo, los cambios en nuestra sociedad son muy lentos, de manera que nos encontramos con algunos catálogos que van dirigidos a esa sociedad que quiere cambiar esos roles que tradicionalmente se nos han asignado y que en modo alguno venían impresos en nuestro sexo, y otros catálogos dirigidos a la sociedad que se resiste a cambiar.
Ambos catálogos son elaborados a veces por las mismas empresas, compañías o grandes almacenes, haciendo convivir catálogos sexistas con catálogos igualitarios.