UGT reclama elevar los salarios para consolidar el crecimiento económico
Fecha: 14 Jun 2016
Según los datos publicados hoy por el INE, la variación anual del nivel general de precios en España en el mes de mayo es del -1 % interanual, una décima superior a la de abril, y acumula cinco meses de tasas negativas. UGT considera que la evolución de los precios pone de manifiesto que la crisis sigue enquistada debido a un modelo económico y productivo incompatible con el progreso social, la igualdad, e incluso con la propia estabilidad macroeconómica. El sindicato subraya que es necesario elevar los salarios, incluido el Salario Mínimo, para impulsar el crecimiento económico, -una de las #20Actuaciones urgentes por el progreso y el bienestar social presentadas por las organizaciones sindicales de cara a las elecciones generales del 26J-. En este sentido, reclama fijar una estrategia de crecimiento de los salarios, tanto en los convenios del sector privado como del público, para recuperar la pérdida salarial de los últimos años, dar solidez a la recuperación de la economía y reducir las desigualdades y los niveles de pobreza. Es urgente dar respuesta a los problemas de las personas, con un cambio en las políticas que propicien un nuevo de modelo productivo y el compromiso de los partidos con las #20Actuaciones debe ser el punto de partida para iniciar ese cambio.
El IPC de este mes de mayo se sitúa en el 0,5%, una décima por debajo del dato adelantado y dos décimas inferior a la del mes de abril. Esta tasa repite el dato de mayo del año pasado. La tasa anual del IPC se sitúa, tal como ya se adelantó el pasado 30 de mayo, en el -1,0%, encadenando cinco meses de inflación negativa.
Por su parte, la tasa anual subyacente, sin alimentos no elaborados ni productos energéticos se ha situado en el 0,7%, repitiendo el dato del pasado mes de abril.
En cuanto, al IPCA, su tasa anual se sitúa en el -1,1%, una décima por encima del -1,2% registrado en el mes de abril. De este modo, España lleva ya desde septiembre de 2013, 33 meses consecutivos, con un diferencial de precios negativo con Europa. La variación mensual del IPCA es del 0,5%. El indicador adelantado de la zona euro es del -0,1%, un punto por encima de la tasa de España.
Valoración
El IPC de este mes de mayo vuelve a ser negativo y constata la debilidad de la recuperación de la economía española, lastrada por el desempleo, la precariedad del escaso empleo que se crea y la persistente devaluación de las rentas de las familias. La inflación se ha desplomado, situándose muy por debajo de las previsiones y reflejando que la crisis sigue enquistada y el crecimiento no llega a las familias y los trabajadores.
La reforma laboral, las políticas de austeridad y las medidas fiscales erráticas aplicadas en estos años han dado lugar a una pérdida de ingresos públicos y una creciente desigualdad de la distribución de la renta, provocando pobreza y exclusión en las personas y un país también más pobre e inestable, incapaz de cumplir los objetivos de déficit sobre los que se construye la política económica y con un nivel de endeudamiento que ya supera el PIB.
Y nos encontramos ahora con que Europa nos exige un recorte de déficit de 8.000 millones adicionales y nos amenaza con una multa del 0,2% del PIB por incumplidores, tras haber tenido que asistir a los bandazos fiscales y los recortes injustos impuestos por el gobierno.
Según contemplaba la Presentación de Presupuestos Generales del Estado para 2015, la reforma fiscal del PP suponía en palabras del gobierno “devolver” a los contribuyentes 9.000 millones de euros; 5.900 a través del IRPF y 3.100 a través del Impuesto de Sociedades. Ahí están los millones que nos hacen falta: el gobierno se los ha pasado a empresas y rentas de capital y a las rentas más altas, por la vía de la reducción de los impuestos directos. Por si fuera poco, se adelantó la bajada de impuestos como otro acto electoralista partidista más y estando en funciones sigue prometiendo bajadas de impuestos que nuestro país no puede permitirse. Y encima amenaza con nuevas reducciones de gasto y nuevos copagos, despilfarrando el enorme e injusto esfuerzo que ha hecho recaer sobre los más débiles.
España recauda casi ocho puntos y medio menos sobre el PIB que los países de la eurozona, lo que demuestra que el margen es más que suficiente. Y además es necesario para poder mantener los gastos necesarios, especialmente en la situación en que acabó la legislatura, que nos ha sumido en niveles de deuda que no permiten margen por esa vía.
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El elevadísimo desempleo, la falta de una política de rentas que frene el desequilibrio y la ausencia de bases productivas que permitan construir un crecimiento sólido y equilibrado son los rasgos que caracterizan la actual situación económica. Todas las previsiones apuntan a una reducción del crecimiento en este año y en los siguientes, con el consiguiente menor incremento del empleo. A ello, además se suma la falta de calidad de los empleos creados, temporales de corta duración y a tiempo parcial, con salarios de miseria, que no permiten un despegue de la demanda, incidiendo a su vez en un crecimiento del PIB débil y desequilibrado.
Esta política laboral nefasta también ha dado al traste con la hucha de las pensiones y con la capacidad recaudatoria de la Seguridad Social, que habrá que recuperar, puesto que no vamos a permitir que la mala gestión económica la paguen ahora también las pensiones.
España necesita urgentemente crear buenos empleos, estables y bien remunerados, que permitan una vida digna e impidan el crecimiento de la pobreza laboral. En ello deben centrarse todos los esfuerzos de la política económica, porque son la forma de salir de la crisis y de reducir el déficit y la deuda: un nuevo crecimiento más eficiente y sostenible que genere más y mejor empleo.
Para ello es fundamental apostar de una vez por todas por una política industrial activa, que nos permita un crecimiento equilibrado, estable y sostenible, y la creación de empleos en cantidad y calidad acorde a los estándares europeos.
La industria actúa como motor de la economía en periodos de recuperación. Reindustrializar Europa, y España, es una necesidad que está ahora en la agenda europea. Hay que aprovechar para el necesario cambio de modelo productivo, porque estamos en el momento adecuado y lo necesitamos. Es por ello que desde UGT reclamamos un Plan Estratégico para la Industria, un compromiso conjunto con vocación de permanencia que garantice una economía más fuerte.
Para UGT, además, es preciso actuar directamente sobre la distribución de la renta: es necesario acompañar el cambio de política salarial contenido en el III AENC con un cambio en el mismo sentido de la política pública de rentas. Los salarios de los empleados públicos tienen que experimentar ganancias de poder adquisitivo. Pero además es urgente aumentar otras rentas: es preciso actualizar el IPREM y el SMI, aumentar la cobertura de desempleo, ampliar el PAE y el Plan Prepara e implementar una prestación de ingresos mínimos. Es precisa una distribución más justa de la riqueza.
Con todos estos objetivos y más, hemos elaborado junto con CCOO una propuesta de “20 actuaciones urgentes por el progreso y el bienestar social”, que van dirigidas a un mercado laboral más racional, una política social más acorde con las necesidades y posibilidades de nuestro país y el cambio de modelo que favorezca un crecimiento estable y una creación de más empleos de mejor calidad. Actuaciones que estamos trasladando a los partidos políticos.