UGT y CCOO llaman a participar en las manifestaciones del 20 de junio en apoyo a las personas refugiadas
Fecha: 17 Jun 2016
UGT y CCOO hacen un llamamiento a participar en las manifestaciones convocadas en las principales ciudades del país el próximo lunes, 20 de junio, Día Internacional del Refugiado, por sindicatos, partidos políticos, Cumbre Social y organizaciones de la sociedad civil, en señal de rechazo a las políticas de migración y asilo de la UE y de sus Estados miembros -entre ellos el español- y para exigir un cambio de rumbo que frene la violación de derechos de las personas migrantes y refugiadas.
Los sindicatos denuncian que la Unión Europea, lejos de ser un ejemplo de solidaridad y actuar conforme a los valores y principios que fueron el cimiento del proyecto europeo, sigue impulsando medidas que han fracasado en el pasado y han provocado miles de muertos, más de 25.000 personas han perdido la vida en los últimos 15 años en el mar Mediterráneo tratando de escapar de la guerra.
El ilegal y vergonzoso acuerdo firmado con Turquía, unido a las decisiones adoptadas unilateralmente por los Estados miembros que dificultan o impiden la entrada en su territorio de solicitantes de asilo, no aporta una solución y provocará la apertura de otras rutas más peligrosas y costosas para las personas refugiadas, como la del Mediterráneo Central la más mortal del mundo.
Europa tiene obligaciones, que son dar pasaje seguro, protección, refugio y asilo a las personas que huyen del horror de la guerra y eso no puede esperar; toca, hoy, aquí y ahora.
Por todo ello, CCOO y UGT exigen a la UE y a sus Estados miembros un cambio de las políticas de migración y asilo, que ponga en el centro a las personas y a sus derechos y cumpla con la legalidad europea e internacional.
Demandan asimismo la retirada del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, que se habiliten vías legales y seguras para que las personas que buscan protección no tengan que arriesgar su vida en peligrosas rutas; y que se garantice una acogida digna y una adecuada protección que incluya la atención sanitaria y el respeto a los derechos humanos, habilitando los presupuestos y los recursos acordes al desafío humanitario fruto de las guerras y desigualdades.