UGT y CCOO rechazan la propuesta del Gobierno sobre el SMI por ser pobre, injusta y no coherente con “la recuperación”
Fecha: 23 Dic 2014
Los Secretarios de Acción Sindical de UGT y CCOO, Toni Ferrer y Ramón Górriz, respectivamente, han remitido hoy una carta a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la que le expresan el desacuerdo con la propuesta planteada por el Gobierno en relación con la subida del SMI (sólo un 0,5%, es decir 3 euros, en 2015).
Una propuesta que no permite recuperar la pérdida de poder de compra de esta renta (en los últimos 5 años ha perdido 5,4 puntos) y que no es coherente con el escenario de recuperación de la economía española que promulga el Gobierno.
Los sindicatos solicitan una subida del 12,5% en enero de 2015 para llegar a 725 euros y un 10,25% en enero de 2016, alcanzando en esa fecha los 800 euros, en línea con el objetivo de que el SMI se aproxime al 60% del salario medio, tal y como se recoge en la Carta Social Europea suscrita por España.
Se trata, además de eliminar la diferencia del porcentaje sobre el salario medio que representa el SMI en España y en Europa.
A continuación trasladamos el texto íntegro de la carta:
En relación al Proyecto de Real Decreto por el que se fija el Salario Mínimo Interprofesional para 2015, remitido a nuestras organizaciones el 19 de diciembre de 2014, le comunicamos nuestro desacuerdo con la propuesta planteada.
Desde el año 2000 hasta el 2011, el SMI experimentó una continua, aunque irregular, mejora nominal. No obstante, su capacidad de compra, descontando la evolución de los precios, sólo señala un aumento de su poder adquisitivo entre 2004 y 2009. La llegada de la recesión económica marca un cambio en la evolución del SMI.
Mientras en 2009 el crecimiento real positivo se debió sobre todo a la caída de los precios de los productos, desde 2010 se produce una pérdida de poder de compra que responde tanto al estancamiento en la variación nominal del SMI como a la subida de los precios de los bienes y servicios.
Así, entre 2010 y 2013, el aumento del IPC unido al mínimo incremento nominal del SMI (en 2012 y 2014 incluso congelado), causan una pérdida de su poder de compra. El resultado es que, en los cinco últimos años, el SMI ha perdido 5,4 puntos de su capacidad adquisitiva.
Para 2015, una subida del SMI de 3 euros (un 0,5%), pasando de 645,3 €/mes a 648,6 €/mes, no permite recuperar esa pérdida de su poder de compra y no es coherente con el escenario de recuperación de la economía española que promulga el Gobierno, limitando un mejor comportamiento de las expectativas y una expansión de la demanda interna vía consumo.
Por otro lado, dado que la mejora del poder de compra del SMI contribuye al fortalecimiento de la cohesión social y a la reducción de desigualdades, la crisis económica no puede servir de excusa para no avanzar progresivamente hacia la consecución del objetivo del 60% del salario medio neto suscrito por España en la Carta Social Europea, lo que equivale en el caso español a un SMI algo por encima de los 900 euros.
Para eliminar la diferencia del porcentaje sobre el salario medio que representa el SMI en España y en Europa –en un proceso de varios años– el SMI debería incrementarse en España en función del ritmo al que evolucionen el salario medio y el salario mínimo en Europa, y el salario medio en España.
De esta forma la evolución del SMI se condiciona al comportamiento medio observado en Europa, que es el espacio donde compite internacionalmente la economía española.
El salario mínimo español es uno de los más bajos de los países de la UE‐15 que lo tienen establecido en su ordenamiento jurídico con cobertura general. Tanto medido en unidades monetarias (euros), como en paridad de poder de compra (descontando los diferenciales de precios entre países), sólo se sitúa por encima de Portugal y Grecia.
Este hecho no se justifica por diferencias en los niveles de productividad por hora, sino por una remuneración más baja de la hora trabajada.
El descenso de la participación de las rentas del trabajo en la economía, unido al avance de las condiciones de pobreza y desigualdad, nos conduce desde UGT y CC.OO. a insistir en el incremento del SMI de forma que en enero de 2016 alcance 800 €.
Para lograr el objetivo proponemos un incremento escalonado del salario mínimo en dos tramos:
- un 12,5% en enero de 2015 para llegar a 725 €
- un 10,25% en enero de 2016 alcanzando en esa fecha 800 €.
Una cuantía que permitirá aproximarse a los salarios mínimos existentes en la Unión Europea de los 15 y al 60% del salario medio, objetivo que establece la Carta Social Europea suscrita por España, de forma que se consiga la eliminación de la diferencia entre España y Europa.
Además, con el fin de evitar que se sigan produciendo pérdidas de poder adquisitivo del SMI, solicitamos la reforma del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para asentar sobre nuevas bases la determinación anual del SMI.