La COP27 ha mostrado poca ambición y más sombras que luces
Fecha: 03 Dic 2022
El derecho a la libertad sindical y a la negociación colectiva son esenciales para garantizar una transición justa
La COP27 de Sharm el Sheij (Egipto) terminó tras unas duras negociaciones hace casi 2 semanas arrojando, como era de esperar, un resultado con más sombras que luces. UGT considera especialmente decepcionante el trabajo relativo a la mitigación del cambio climático ya que muchos países se han retractado del compromiso que asumieron en la COP26 de Escocia de reducir progresivamente el uso del carbón.
Además, en lugar de centrarse en las energías renovables, se ha abierto la puerta a las energías de “bajas emisiones” y se han vuelto a abrir discusiones que deberían estar superadas sobre la necesidad de mantener el objetivo de que la temperatura media del planeta no se incremente más de 1,5°C. De modo que, sin lugar a dudas, una de las máximas prioridades de la próxima COP debe ser redoblar la ambición en lo que respecta a la mitigación del cambio climático.
Uno de los avances más importantes ha sido un acuerdo -por el que los gobiernos del sur global llevaban mucho tiempo luchando- para establecer un fondo destinado a proporcionar financiación por pérdidas y daños a los países en desarrollo que se están viendo duramente afectados por catástrofes relacionadas con el cambio climático. Se ha dado el primer paso, pero quedará en nada si no se avanza en proporcionar la financiación necesaria para este fondo y hacerlo operativo antes de la siguiente cumbre.
Un programa sobre transición justa basado en la protección y el diálogo social
Por otro lado, el movimiento sindical acoge con satisfacción el establecimiento de un programa de trabajo sobre la transición justa: El “Plan de implementación de Sharm el Sheij” que afirma que la transición justa se basa en el diálogo social y la protección social. En este sentido, UGT defiende que es esencial que los sindicatos estén en la mesa de negociación para discutir cómo tiene que desarrollarse la transición ecológica para que sea justa. La sociedad, y concretamente las personas trabajadoras, deben estar en el centro de las medidas y disponer de protección y alternativas.
El sindicato señala que la inclusión de la protección social constituye un avance importante para reforzar la resiliencia de las personas trabajadoras, las familias y sus comunidades, pero es necesario disponer de los fondos necesarios para garantizar que dichos sistemas puedan ofrecer prestaciones por desempleo y servicios sanitarios vitales.
Es necesario disponer de los fondos necesarios
El movimiento sindical lamenta la ausencia de compromisos por parte de los países para velar por el respeto de los derechos del trabajo y los derechos humanos ya que el derecho a la libertad sindical y a la negociación colectiva son esenciales para garantizar una transición justa y la reticencia de los países, en pleno siglo XXI, a garantizar específicamente el respeto de los derechos humanos es algo enormemente preocupante.
Por todo ello, UGT seguirá trabajando para conseguir avances en la ambición climática y en una transición justa que incluya, además del diálogo y la protección social, el respecto por los derechos humanos y laborales. El éxito de unas políticas climáticas ambiciosas reside en la certeza de que se respeten los derechos de todas las personas y no se deje a nadie atrás.