El documento presentado por la Comisión Europea se encuentra muy lejos de los intereses y necesidades de las personas trabajadoras y no supone  la consolidación de verdaderos derechos digitales

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera que esta Declaración adolece de una general falta de concreción, resultando un texto más enunciativo que comprometido que no supone la consolidación de nuevos y verdaderos derechos digitales para la población europea y española.

Para el sindicato lo más negativo del proyecto es su inhibición al respecto del factor trabajo, puesto que, a lo largo de toda su redacción sólo se dedican unas brevísimas líneas a los derechos digitales de las personas trabajadoras, y su contenido se limita a reproducir lo estipulado en los Tratados de la UE sobre el “derecho a la desconexión digital”. Así, el impacto de la automatización y robotización del empleo, que amenaza a millones de puestos de trabajo tanto en Europa como en España, la cada vez mayor importancia de los algoritmos en las decisiones laborales o la gestión de los Fondos Europeos para mejorar la calidad del empleo, son asuntos que la Comisión Europea deja al margen deliberadamente. 

La digitalización del empleo no puede quedar al margen

La Digitalización del empleo y de las relaciones laborales no puede representar una nota al pie a la hora de confeccionar una declaración europea de derechos. Muchos años después de su irrupción, Europa no ha sido capaz regular la laboralidad de las plataformas digitales o llevar a efecto, de forma efectiva, el derecho a la desconexión digital, con cada vez más países aplicando normativas al tal efecto de forma dispar y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ya ha advertido de tales problemáticas en diversas ocasiones.

Por todo ello UGT reclama una Declaración más ambiciosa que entre a concretar aspectos fundamentales como la formación digital a lo largo de toda la vida laboral, cómo articular una red de seguridad en caso de despidos tecnológicos, la laboralidad de las plataformas digitales – no solo las de reparto- y legislar la aplicación efectiva los derechos de las personas trabajadoras ante amenazas digitales (como las decisiones algorítmicas injustas o como realizar una auténtica desconexión digital).