El avance de los datos del tercer trimestre de 2023 de la Contabilidad Nacional Trimestral ha sido publicado hoy por el INE, reflejando que la economía española habría crecido un 0,3% en términos trimestrales, lo que se traduce en un aumento anual del 1,8%. Tras la revisión que realizó el INE el pasado 18 de septiembre, que corrigió al alza el crecimiento del PIB en trimestres anteriores, es esperable que afecte a los nuevos resultados que se conocen reduciendo los crecimientos que se registran ahora en términos anuales por su efecto comparación. 

De hecho, el FMI publicó el pasado 10 de octubre sus nuevas previsiones, que mantienen un 2,5% de crecimiento del PIB para 2023 pese a la mencionada revisión estadística, lo que muestra el buen desempeño de la economía española en lo que va de año.

Datos

Respecto a la información publicada hoy, destaca el moderado crecimiento en términos anuales de algunos factores clave de la demanda del país, como en el consumo de los hogares (1,0% anual) o el de la inversión (0,6% anual). Esto es un signo de la resistencia de la economía pese a los momentos de elevada incertidumbre o de riesgo de contracción existentes, lo que avala la importancia de mantener unas políticas económicas expansivas. Por el lado de la oferta, crecen todos los sectores respecto al mismo trimestre del año pasado, siendo la agricultura la que más (2,7%), seguido del sector servicios (2,4%), la construcción (1,0%) y la industria (0,5%). 

Acerca de la evolución salarial, destaca en positivo el avance que está logrando el AENC desde su firma el pasado mayo, habiendo conseguido que, en los convenios firmados en este año, las subidas salariales impliquen la recuperación de poder adquisitivo, en parte también por la considerable reducción de la inflación registrada a lo largo del ejercicio. De esta manera, el promedio de las tasas anuales del IPC se sitúa en el 3,6%, mientras que las variaciones salariales registradas en convenios firmados en 2023 alcanzan el 4,3%. 

El aspecto más negativo, como UGT viene señalando, proviene de la política monetaria que ha fijado el Banco Central Europeo con el objetivo de aplacar la inflación. Las subidas de los tipos de interés -que ya están en un 4,5%, los valores más altos desde hace 20 años- están ejerciendo de freno en el crecimiento económico, dificultando el acceso al crédito para las familias y la inversión para las empresas, en especial para las pequeñas. Precisamente, ayer fue la primera vez, desde hace muchos meses, que el Consejo de gobierno del BCE se reunió y no decidió subir los tipos, en lo que cabe esperar que suponga el inicio de un nuevo escenario de, al menos, estabilidad monetaria, que no perjudique más a la actividad económica. 

En resumen, la economía española continúa creciendo de manera moderada, y es previsible que sea una de las economías europeas que más lo haga en 2023. Es fundamental que se lleve a cabo un decidido apoyo a los hogares más vulnerables y a las empresas que se han visto más perjudicadas por la situación sobrevenida tras el conflicto en Ucrania. Además, los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia deben ser la herramienta principal sobre la que gire el cambio de modelo productivo que está atravesando nuestra economía, con una perspectiva dual de transición ecológica y digital que ayude a generar más empleos de calidad.