La irresponsabilidad de la Unión Europea
Fecha: 03 Mar 2020
Las nuevas llegadas de cientos de personas desde Turquía a las fronteras de Grecia y Bulgaria, y la forma en que están siendo rechazadas, es un nuevo motivo de vergüenza para la Unión Europea.
sta situación es fruto, no solo de la falta de asunción de responsabilidades por parte del conjunto de los Estados miembros, sino de una tolerancia incomprensible hacia el incumplimiento de obligaciones internacionales y la violación de derechos humanos fundamentales.
a Unión Europea actúa en el caso de las personas migrantes, con la peor de las políticas utilitaristas. Acepta la migración que viene a ocupar puesto de alta cualificación, reserva la temporalidad con obligación de retorno a sus países de origen a los trabajos de baja cualificación y en el caso de las personas que, pudiendo ser o no solicitantes de protección internacional, tratan de llegar a la Unión, subcontrata los servicios de terceros estados para que los frenen. Todo ello sin importar demasiado la calidad democrática y de respeto de los derechos humanos de esos terceros países que, como ha sucedido ahora con Turquía por razones que no tienen que ver con los migrantes, utilizan a éstos como instrumento de presión.
as imágenes de los últimos días, son intolerables, lo son desde el año 2014. El resultado de una Unión Europea que no quiere asumir la corresponsabilidad en el control de las fronteras exteriores y en la acogida de quienes llegan a través de ella, y que no actúa con la debida diligencia a la hora de exigir a Estados miembros el escrupuloso respeto a los derechos fundamentales. Una Unión de soluciones a corto plazo, que externaliza las fronteras, todo bajo el objetivo de evitar el efecto llamada.
El efecto llamada existe al mismo tiempo que un efecto huida, provocado por los conflictos, la persecución o la desigualdad intolerable entre sociedades y regiones.