La negociación colectiva debe garantizar la igualdad de acceso de todas las personas trabajadoras a la formación
El secretario de Formación de UGT, Sebastián Pacheco, ha participado en el encuentro Hispano Alemán 2024
Fecha: 11 Oct 2024
El secretario de Formación de UGT, Sebastián Pacheco, ha participado en el encuentro Hispano Alemán 2024: “La Formación para el empleo en el ámbito laboral de las pymes en España y Alemania”, organizado por Fundae con la colaboración de la Embajada de la República Federal de Alemania, un acto orientado a seguir fomentando el diálogo de ambos países en materia de formación para el empleo.
Sebastián Pacheco recordó que según datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE), a 1 de enero de 2023, el 90,02% de las empresas disponen de 1 a 9 asalariados. Por lo tanto, el grueso de la actividad productiva de nuestro país descansa en las microempresas. Además, las pequeñas empresas constituyen el 8,61% y las medianas, tan solo suponen el 1,37%.
Pacheco ha explicado que todas las empresas del sector privado que cotizan por sus trabajadores en concepto de formación profesional son beneficiarias potenciales de las bonificaciones de la formación en función del tamaño de la empresa (un 15% las microempresas, un 49% las pequeñas empresas y un 81% las medianas). “Porcentajes que suponen que un total de 338.897 microempresas y pymes han realizado formación para sus personas trabajadoras, lo que supone una cobertura en torno al 20% de nuestro tejido productivo”.
El secretario de Formación de UGT subrayó que en este momento de cambios, la formación cobra un papel esencial y es necesario “invertir en la mejora de capacidades y proteger a las personas trabajadoras, especialmente en lo que se refiere a los procesos derivados de la doble transición, ecológica y digital, que debe constituir una prioridad política y de negociación de primer orden de la agenda política y social”.
Del mismo modo, puso en valor la relevancia de los agentes sociales a la hora de aplicar soluciones para hacer frente a estos retos e impulsar un crecimiento económico sostenible en la Unión Europea y recalcó que son quienes deben contribuir a “tratar las malas condiciones laborales a través de la negociación colectiva, respaldar los periodos de aprendizaje profesional, contribuir a activar grupos infrarrepresentados y encontrar soluciones para promover el empleo de los trabajadores de más edad y, sobre todo, el derechos a una formación y un aprendizaje permanente de calidad, tal y como establece el primer principio del Pilar Europeo de Derechos Sociales.
“Además”, señaló, “el diálogo social, la negociación colectiva y los derechos de información, consulta y participación, son instrumentos fundamentales para adaptarse a ese escenario de transformación que viven nuestras economías y nuestras sociedades”.
Diálogo social y negociación colectiva herramientas necesarias
Por ello, a través del mecanismo de negociación colectiva, se debe garantizar la igualdad de acceso de todas las personas trabajadoras a la formación; fortalecer una formación destinada a facilitar la transición digital y energética de las empresas y de las personas trabajadoras; fomentar la formación dual en las empresas, adaptándola a las características del tejido productivo y a las necesidades formativas de las personas trabajadoras, impulsando los instrumentos bipartitos sectoriales e intersectoriales en la definición y desarrollo de la formación; promover la corresponsabilidad de las empresas y las personas trabajadoras en los procesos de formación e impulsar los instrumentos bipartitos sectoriales e intersectoriales en la definición y desarrollo de la formación”.
“En definitiva, tanto el diálogo social como la negociación colectiva constituyen herramientas necesarias para conciliar las necesidades de adaptación de las empresas y personas trabajadoras con la implantación de los nuevos procesos de transformación ecológica y digital en las diferentes industrias y servicios y con el mantenimiento y la creación de empleo, la mejora de las condiciones de trabajo y la tutela de la seguridad y salud laboral”, ha añadido. “Y sirven también, para promover que las empresas sean más sostenibles, facilitando una recuperación inclusiva y resistente; abordar la desigualdad y la exclusión, garantizar la seguridad económica, facilitar transiciones justas, lograr la flexibilidad del tiempo de trabajo y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y la personal”.