La secretaria de salud laboral de UGT, Ana García de la Torre, el secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de FeSMC-UGT, Álvaro Vicioso; la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT-FICA, Pilar Ituero, y el secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Servicios Públicos de UGT, José María Cobano, han analizado los datos definitivos de accidentes de trabajo del año 2022. 

Cada día murieron 2 personas en accidente laboral, 1.790 sufrieron un accidente con baja, y ocurrieron 3.338 accidentes, de los que 11 fueron graves. Respecto al año anterior, en 2022 los accidentes de trabajo aumentaron un 4,46%, un 8,7% los que causaron baja, y murieron 864 personas, 122 personas más, lo que supone un incremento del 16,4%.  El perfil del accidentado en 2022: es un varón, menor de 34 años y que trabaja en obras estructurales de la construcción o como conductor de vehículos de transporte urbano o por carretera. 

Datos ‘demoledores’ que reflejan que ‘la siniestralidad laboral está desbocada’ y que confirman los vaticinios de UGT.  Ana García de la Torre ha insistido que detrás de estos números hay víctimas, personas y familias que sufren y alerta sobre la invisibilidad de esta lacra, que parece que la sociedad ha normalizado. Además, ha recordado que el ‘Contador de la Vergüenza’ puesto en marcha por UGT registra ya 250 personas muertas en lo que va de año. 

Estos datos reflejan que se sigue incumpliendo la normativa de prevención de riesgos laborales por parte de las empresas (en un 37% de los casos no se había realizado la evaluación de riesgos laborales a la que obliga la ley y 224 fueron accidentes mortales) y que hay un déficit en la gestión preventiva. Asimismo, se observa que los asalariados con contratos temporales registran una incidencia 1,5 veces superior a las personas trabajadoras con contrato indefinido. 

La seguridad y salud laboral, un derecho fundamental

Urgen soluciones para hacer efectivo el derecho fundamental de las trabajadoras/es a entornos de trabajo seguros y saludables. UGT insta a seguir reduciendo la precariedad laboral y avanzar hacia trabajos decentes y libres; poner coto a la masiva externalización de la gestión preventiva; reforzar los recursos de la Inspección de Trabajo; revisar y actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (no sólo para adaptarla a la nueva realidad del mundo del trabajo, sino para conseguir una mayor cultura preventiva) y del Reglamento de los Servicios de Prevención (RSP), para promover la calidad en la gestión de los mismos (hay que corregir la sobrecarga de trabajo de los técnicos pertenecientes a esas empresas, la falta de independencia debido a las presiones e intereses, etc.)

Ana García de la Torre ha demandado a los partidos políticos que se comprometan a que la seguridad y salud en el trabajo sea una prioridad en su agenda. Hay que abrir, cuanto antes, una mesa de diálogo social en esta materia (un compromiso del Gobierno de coalición que ha quedado paralizada por el adelanto electoral) y un plan de choque negociado con los agentes sociales, que facilite la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales y los trastornos musculo esqueléticos. 

Asimismo, debe crearse una figura similar a la del delegado/a territorial de Prevención de Riesgos Laborales, a nivel estatal para mejorar la prevención de Riesgos laborales en las pymes, donde no hay representación sindical. Es un hecho que los centros de trabajo sindicalizados son centros de trabajo más seguros.
García de la Torre ha puesto en valor el Primer Plan de Acción de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, si bien los resultados del mismo se verán a medio y largo plazo, por lo que son precisas soluciones urgentes y la futura actualización del listado de Enfermedades Profesionales, en particular los criterios de inclusión con perspectiva de género.

Los riesgos psicosociales de origen laboral, los peor gestionados en las empresas

Otro asunto destacado durante la rueda de prensa ha sido la protección de la salud mental en el ámbito laboral. 301 trabajadores/as fallecieron en 2022 por infartos y derrames cerebrales, patologías que podrían estar relacionadas con la presencia de riesgos psicosociales de origen laboral (son 57 personas más que en 2021). 

Pero esto solo es la punta del iceberg. Según datos del INE en España la depresión grave afecta a 230.000 personas y el año pasado se suicidaron 4.097 personas, un 2,1% más que en 2021 (una cifra que no para de crecer). Como reflejo de estos problemas de salud mental, indicar que los hipnosedantes, entre los que se incluyen los tranquilizantes y los somníferos, son la tercera sustancia más consumida, después del alcohol y el tabaco, según los últimos datos de la ncuesta de Edades 2019-2020 módulo laboral.

Hace falta más inversión

En la rueda de prensa también se ha denunciado la escasa inversión de las empresas en prevención de riesgos laborales, y es que siguen viendo la prevención como un coste, no como una inversión. La Comisión Europea señala que, por cada euro invertido en salud y seguridad en el trabajo, la ganancia que obtiene el empleador es más o menos el doble. Por tanto, invertir en prevención y cumplir con la normativa, no solo es una obligación moral y legal, también supone un beneficio para la propia empresa, para las personas trabajadoras y para la sociedad en su conjunto.

Asimismo, es precisa mayor inversión de las Administraciones Públicas en aquellos organismos implicados en la prevención de riesgos laborales, y más recursos para reforzar la Inspección de Trabajo y la Fiscalía de Salud Laboral. Se trata de acabar con la impunidad de muchos accidentes de trabajo. Esta Fiscalía debería poder actuar en el orden social.

Informe sobre accidentes de trabajo 2022