Las mujeres deben estar en el centro de la revolución digital
Fecha: 25 Abr 2020
► La aceleración del proceso de digitalización está agudizando la exclusión de la mujer en ámbitos que liderarán la economía y donde residirán los principales centros de poder.
► Es necesario eliminar brechas laborales y sociales en el ámbito tecnológico y aumentar la representatividad y relevancia de las mujeres en estos sectores clave.
► El Gobierno debe actuar para eliminar los desequilibrios y elaborar un Plan Integral de políticas públicas para acabar con la brecha de género en la tecnología.
Según el informe “Mujer y tecnología 2020”, elaborado por la Unión General de Trabajadores, la mujer sigue sufriendo una evidente y comprobada discriminación social y laboral en el mundo de la tecnología.
El documento señala que desde 2018 no se han detectado avances ni en los primeros espacios educativos, ni en los estudios superiores relacionados con las denominadas carreras STEM (las vinculadas con la ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas), ni en el mercado laboral asociado a las Tecnologías de la Información (TIC). Dos años perdidos por la inacción del Gobierno y de las diferentes Administraciones Públicas.
El sindicato advierte de que, si queremos un futuro en pie de equidad entre hombres y mujeres, es imprescindible eliminar las múltiples brechas laborales y sociales que sufren las mujeres en el ámbito tecnológico, aumentando su representatividad y relevancia dentro de estos sectores clave.
Las españolas por debajo de la media europea en habilidades digitales básicas
El informe revela que las mujeres presentan un menor aprovechamiento y uso de las herramientas informáticas, siendo especialmente relevante en tareas de mayor complejidad. De hecho, el número de mujeres con carencias digitales e informáticas es muy superior al de los hombres hasta el punto de que hay más de 6,2 millones de españolas sin competencias digitales, unas 634.000 más que hombres con esta grave privación.
Esta profunda brecha en competencias tiene agravantes íntimamente ligados a la feminización, por ejemplo, que el 55% de las personas dedicadas a las labores del hogar, presentan habilidades digitales bajas o nulas, la mayor proporción en cualquiera de las situaciones laborales existentes.
Además, las mujeres españolas muestran significativos retrasos con respecto a sus vecinas europeas en indicadores como “habilidades en Internet” o “mujeres con, al menos, habilidades digitales básicas” de manera que los progresos en acceso a internet no logran mejorar la Brecha Digital de Género en su conjunto relegando a las españolas a una inferioridad en el ámbito tecnológico.
La presencia de mujeres en estudios relacionados con las TIC es minoritaria
El estudio de UGT subraya que, a pesar de que el porcentaje de mujeres matriculadas y graduadas en las universidades españolas es superior al masculino, la presencia de mujeres en los estudios STEM/TIC sigue siendo minoritaria ya que sólo una de cada cuatro matriculadas en ingeniería y arquitectura es mujer y la presencia femenina en campos relacionados con la informática apenas llega al 15%.
Sólo el 8% de las docentes de universidad imparte clases de ingeniería, la única rama en la que el porcentaje de hombres es mayor. De hecho, el número de hombres que realiza actividades formales de educación relacionadas con las TIC quintuplica el de mujeres.
Además, según datos de la OCDE –año 2017- España ostenta un decepcionante antepenúltimo puesto mundial en porcentaje de mujeres que comienzan estudios relacionados con la tecnología.
Escasa presencia de las mujeres en el empleo tecnológico
Consecuencia directa de la subrepresentación en la academia, la presencia de mujeres en empleos tecnológicos es deficitaria. Según los datos de la Encuesta de Población Activa el número de hombres que realizan su trabajo en puestos tecnológicos duplica el número de mujeres. Una fortísima masculinización que tiende a reforzarse cada año.
La participación femenina en puestos especializados en TIC se cifra en un residual 16% mientras que en el 58% de las empresas que cuentan entre sus plantillas con especialistas TIC, todos sus componentes son hombres y sólo el 9% tenían plantillas TIC con pleno equilibrio entre hombres y mujeres.
Además, advierte UGT, según la Comisión Europea, sólo un 1% del total de trabajadores con empleo en España, son mujeres especializadas en TIC.
Y, como si la situación descrita hasta este momento no fuese lo suficientemente grave, existe un elemento que distorsiona todavía más las diferencias entre mujeres y hombres en el mundo de las TIC: una brecha salarial de género que se sitúa en un 19%.
La sociedad y las empresas actúan como freno
El informe señala que las tradiciones culturales, junto con los estereotipos sociales, inculcan en las niñas una idea distorsionada de sus capacidades tecnológicas, lo que precipita un desinterés por la tecnología desde edades muy tempranas y como consecuencia, las mujeres no eligen para estudiar disciplinas relacionadas con la tecnología, a pesar de representar una salida profesional con poco desempleo y subempleo.
Además, las empresas no hacen suficiente para atraer y retener a las tecnólogas, de hecho, las mujeres del sector sufren altos índices de discriminación laboral, se las ignora o se infravalora su papel o el valor de su trabajo y las profesionales de la tecnología reciben salarios más bajos que los hombres por el mismo cargo.
Las empresas tecnológicas no fomentan políticas de conciliación y corresponsabilidad entre sus empleados, lo que empuja muchas veces a las mujeres a abandonar este sector y la resistencia de las empresas a nombrar a mujeres para desempeñar puestos directivos asociados a la tecnología socava la aparición de referentes femeninos que puedan atraer a más niñas y jóvenes al mundo de la tecnología.
No dejar a nadie atrás: propuestas de UGT
Si no queremos dejar atrás a la mitad de la población en esta transformación digital debemos obligarnos a poner a las mujeres en el centro de la revolución digital, y para ello, es fundamental que la Negociación Colectiva mejore las condiciones de trabajo en el sector, acuerde medidas dirigidas a facilitar el acceso y promoción de mujeres a puestos tecnológicos, a acabar con la brecha salarial, a fomentar la conciliación, evitar el uso de decisiones algorítmicas discriminatorias y equilibrar la presencia de las mujeres en puestos directivos y/o representativos.
Además, es necesario elaborar un plan integral de políticas públicas y gubernamentales que acaben con este desequilibrio en el ámbito de la tecnología, como parte integrante de un gran Plan Transversal de Igualdad, que abarcase a todos los sectores económicos, industriales y sociales, y que contenga medidas como campañas para promover la participación de las jóvenes en la era digital y animar a las niñas a estudiar y trabajar en tecnología, impulsar la educación en nuevas tecnologías desde edades tempranas, antes de que cualquier sesgo de género se haga presente y, a medida que se escala por los itinerarios formativos, conformar medidas de acción positiva que favorezcan la entrada de mujeres en estos sectores.
También es básico acercar la realidad de la tecnología y de las empresas a los centros educativos, promoviendo visitas a centros tecnológicos, empresas innovadoras o industrias del conocimiento y diseñar campañas de sensibilización públicas y universales, de carácter estatal y transversal, en medios de comunicación que aporten mayor visibilidad y espacio a las mujeres del sector, animando y destacando su aparición en eventos públicos relacionados con las TIC.