Las políticas de transición deben ser diseñadas y orientadas por pactos de concertación social
Fecha: 07 Dic 2022
Mari Carmen Barrera reivindica en el CESE una transición justa y centrada en las personas
La Secretaria de Políticas Europeas de UGT, Mari Carmen Barrera ha intervenido en la reunión conjunta de los tres observatorios del Comité Económico y Social Europeo (CESE): el Observatorio Mercado de Trabajo, el de Transición Digital y Mercado Único y el de Desarrollo Sostenible donde ha incidido en que la emergencia climática y la situación de incertidumbre generada por la guerra en Ucrania y el mercado energético están obligando a la UE a acelerar el proceso de transición del modelo productivo.
En su intervención, Mari Carmen Barrera ha explicado que “los riesgos ambientales y energéticos afectan a las actividades económicas y al conjunto de las medidas políticas relacionadas, con un alto impacto en las regiones, sectores económicos, trabajadores y grupos de población más vulnerables, de ahí la importancia de lograr una economía climáticamente neutra y basada en energía limpia procedente de fuentes renovables”.
“Sin embargo”, ha advertido, “los graves efectos económicos, ocupacionales y sociales que, a corto y medio plazo, están generando la transición energética, agravados por la crisis actual geopolítica y económica, son muy preocupantes”.
Por ello, Barrera ha señalado que “es fundamental que las políticas de transición sean diseñadas y orientadas por pactos de concertación social entre autoridades e interlocutores sociales, a fin de que supongan una transición inclusiva para las personas trabajadoras, para los consumidores y para la ciudadanía en general”, ha subrayado, “porque no es únicamente una cuestión tecnológica y de inversión pública y privada, sino un profundo desafío social global”.
Mari Carmen Barrera ha destacado que “es prioritario garantizar una transición justa y centrada en las personas y los trabajadores a fin de evitar que la descarbonización genere desempleo neto. “El éxito de la transición reside en un enfoque anticipatorio e integrador que garantice políticas laborales y de bienestar específicas, pero los marcos Europeos de la Unión de la Energía y del Pacto Verde son insuficientes para implementar unas políticas climáticas y energéticas que garanticen la cohesión social y regional”.
Reforzar objetivos sociales y de empleo
“Es muy importante el establecimiento de un Fondo de Transición Justa y un Fondo Social para el Clima, pero, sobre todo, crear puestos de trabajo de calidad, reforzar la participación democrática y mantener y seguir aumentando la competitividad de las empresas europeas” ha añadido.
“Por ello es necesario que, en la evaluación de los planes nacionales de energía y clima, así como en los planes territoriales de transición justa de los Estados miembros, se refuercen los objetivos sociales y de empleo con políticas activas de empleo que faciliten las transiciones laborales a través de la recualificación profesional y las inversiones educativas en empleos verdes de alta calidad; apoyar a las personas que pierdan su empleo, a través de la exigencia de fondos, por parte de los Estados y las empresas que se beneficien de ellos, que asegure que la transición energética tenga un saldo positivo de empleo, desarrollar el potencial económico regional derivado de las energías renovables, o combatir eficazmente la pobreza energética” ha afirmado.
“La forma y efectos de la transición energética, como parte de la transición gemela (digital y verde) dependerán de la formulación de políticas de inversión inclusivas (condicionadas por la promoción de empleos decentes sostenibles) y participadas socialmente, involucrando la voz de las personas empleadas y sus representaciones a nivel de la UE y nacional, sectorial y de empresa. Esto es fundamental y condición indispensable para garantizar una transición exitosa” ha finalizado.