Los acuerdos comerciales entre la UE y países latinoamericanos deben favorecer las mejoras sociales y respetar los derechos humanos
Fecha: 12 Mar 2021
Jesús Gallego interviene en una mesa redonda de CUT Colombia sobre compromisos y acuerdos internacionales
El Secretario de Política Internacional de UGT, Jesús Gallego, ha reclamado que “los acuerdos que la Unión Europea practique con los países latinoamericanos deberían favorecer oportunidades de desarrollo económico, mejoras sociales y avances en el respeto a los derechos humanos considerables en los países andinos, algo que en la actualidad no sucede”.
Jesús Gallego ha realizado estas declaraciones durante su intervención en una mesa redonda de la CUT de Colombia, donde ha señalado que “la propia UE y su política comercial son cómplices de los incumplimientos del gobierno colombiano sobre los acuerdos comerciales internacionales, ya que no benefician en nada ni a su pueblo ni a las demandas de progreso, paz y democracia, y lo mismo pasa con los acuerdos de la UE con Perú y Ecuador”.
En este sentido, ha recordado que UGT “lleva años demandando la necesidad de una revisión de esta política comercial de la Unión. Por desgracia, el contenido de la estrategia de la Comisión Europea (CE) “Comercio para todos” dista mucho de afrontar alguno de los principales problemas que los acuerdos de inversión y/o comercio de nueva generación generan en nuestras sociedades y la Comisión Europea continúa empeñada en promover acuerdos de libre comercio negociados de forma antidemocrática, sin estudios de impacto previos serios y, en aquellos acuerdos que ya están en vigor, no se ha demostrado el beneficio para el conjunto de los trabajadores, ni siquiera en la parte europea”.
“Se está produciendo una antidemocrática opacidad de las negociaciones”, ha considerado, “la exclusión de los y las eurodiputadas (órgano de verdadera representación democrática en la Unión Europea) y de la sociedad civil de las negociaciones, en el control y seguimiento de los acuerdos ya en vigor; falta de informes previos que puedan facilitar toma de decisiones fundamentadas; sesgo favorable para el comercio de grandes multinacionales; y ausencia de mecanismos justos de resolución de disputas que incluyan también las cuestiones sociales, entre otras cuestiones”.
Ante esta situación, ha denunciado que “las respuestas de la UE han demostrado un compromiso claramente insuficiente, por lo que desde UGT hemos propuesto un Grupo de Trabajo sindical y laboral para que las organizaciones interesadas tengamos un espacio permanente donde diseñar nuestra estrategia política frente al acuerdo comercial y que sirva también como espacio formativo de los dirigentes sindicales para su trabajo en cuestiones comerciales, así como un espacio de producción de análisis sobre los efectos del acuerdo específicamente sobre las cuestiones laborales”.
Además, este grupo de trabajo servirá, también, “para reforzar uno de los principales déficits, incluso reconocido por las instituciones europeas, que se encuentran en el trabajo de la sociedad civil respecto del acuerdo; las reducidas posibilidades de transformación de que disponen los GCI en estos momentos. Las razones de este déficit son diversas, algunas relacionadas con los propios límites que establece el acuerdo comercial, pero otras tienen que ver con la falta de recursos y de una dinámica de trabajo conjunto permanente entre las organizaciones de ambas partes”.
La CES propone avances en esta materia
El Secretario de Política Internacional de UGT ha manifestado que desde la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se han propuesto una serie de medidas para el respeto de los derechos de las personas trabajadoras en materia de acuerdos comerciales. “Hacer de los derechos laborales una cláusula “de elemento esencial”; incluir un mecanismo de solución de controversias relativas al Comercio y Desarrollo Sostenible renovado, con sanciones; establecer una secretaría laboral independiente; o marcar requisitos de diligencia debida para los inversores”.
Además, ha reclamado la necesidad de “vincular la reducción de los aranceles a la aplicación del capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible; dirigir directamente las quejas de los sindicatos al responsable de aplicación de las normas comerciales; reforzar el impacto de las recomendaciones de los DAG/GCI; institucionalizar una sólida cooperación con la OIT; y establecer un cuerpo funcionarial encargado de los informes sobre el trabajo en las delegaciones de la Unión Europea en los países asociados, entre otras materias”.
La covid ha demostrado la importancia de las cadenas de valor propias
Durante su intervención, Jesús Gallego ha considerado que “la crisis de la covid-19 ha demostrado la importancia estratégica de mantener cadenas de valor industriales fuertes y diversificadas en Europa. No teníamos alcohol, ni respiradores, ni mascarillas…La UE debería identificar las cadenas de valor industriales que son de importancia estratégica para sus principales objetivos políticos y reforzar las cadenas de valor clave dentro de Europa o reorientarse parcialmente”.
Un derecho que “debe ser universal, por lo que cualquier tipo de política comercial debe tener como eje principal la provisión de oportunidades de desarrollo económico justo para todas las partes, evitando de esta manera la reproducción de asimetrías económicas que, como bien sabemos, son el origen o la forma de profundizar otros problemas sociales como la pobreza, a desigualdad, las migraciones forzadas y la violencia, entre otras”.