Los fondos europeos deben poner los cimientos del cambio de modelo productivo y desarrollar una transición justa
Fecha: 01 Jun 2021
Ana García de la Torre destaca en CONAMA el papel del Diálogo Social para culminar con éxito todo este proceso
La Secretaria de Salud Laboral de UGT, Ana García de la Torre, ha intervenido hoy en un acto dedicado a analizar la “Transición Justa” en el marco de la celebración del CONAMA, el gran foro del desarrollo sostenible en España, donde ha destacado que la transición ecológica de los sectores productivos en España “no solo es posible, sino que es necesaria, hoy hay que hablar de la recuperación que necesitamos porque no podemos seguir con nuestro modelo productivo y económico actual. Es totalmente insostenible”.
Ana García de la Torre ha destacado que el pasado 25 de mayo ya consumimos todos los recursos naturales que España es capaz de regenerar al año y en 2020, esta fecha se alcanzó dos días antes. En España consumimos como si tuviéramos 2,5 planetas y esto es un gravísimo desajuste de nuestra forma de desarrollo que hay afrontar con urgencia”.
De la Torre ha señalado que “la pandemia ha generado mucho sufrimiento, además de la crisis sanitaria, ha provocado una crisis social y económica, pero no podemos olvidarnos de otras crisis que pueden tener consecuencias incluso más devastadoras como la pérdida de biodiversidad y la emergencia climática. Unas crisis sobre la que los científicos llevan años alertando y que requieren medidas ambientales ambiciosas y socialmente justas que tengan en cuenta a los colectivos más vulnerables y a aquellas personas que más van a perder en esta transición, y que sin duda serán las que además hayan sufrido las consecuencias económicas de la pandemia”.
“La transición ecológica se tiene que dar si o si, básicamente porque no hay alternativa. No tenemos un planeta B, ni habrá empleo en un planeta muerto, y la única manera de que tenga éxito esta transformación, es que se haga bajo el paraguas de la transición justa, con justicia social, poniendo a las personas en el centro y sin dejar a nadie en el camino, facilitanto la transición hacia una sociedad más sostenible manteniendo y creando empleos de calidad y medios de vida decentes para todas las personas, evitando que nadie se quede en el camino” ha afirmado.
“España”, ha explicado, “es uno de los países más avanzados en términos de transición justa. Tenemos una Estrategia de Transición Justa, un Instituto para la Transición Justa y los Convenios de Transición Justa, que busca atender a los impactos producidos por la transición energética y ecológica en las regiones más afectadas, - donde se localizaban las minas de carbón y las centrales térmicas en proceso de cierre-, aun así, estos instrumentos no están funcionando como deberían y se observa que estas regiones ven como su principal fuente económica y de empleo cierra y no tienen alternativas reales”.
La transición ecológica se tiene que dar si o si, no hay alternativa
“Por eso es fundamental generar alternativas reales en los territorios afectados y para ello es muy importante hacer diagnósticos tanto por sectores como por territorios, que anticipen los impactos, así como dar protección social a las personas trabajadoras más vulnerables e incluir planes de formación y capacitación de los trabajadores y trabajadoras en relación a los nuevos empleos verdes”.
“Además, tiene que haber mucho diálogo, tanto entre los distintos Ministerios implicados como entre los distintos niveles de la administración y los interlocutores sociales, nuestra participación en el proceso es esencial y, por último, es vital abarcar todo el horizonte temporal. En el corto plazo ya se están produciendo cierres y tenemos que dar soluciones urgentes a esos territorios y a las personas que allí viven, pero fijarse únicamente en el corto plazo supondría ir poniendo parches, necesitamos ampliar la mirada, y analizar los sectores y territorios que a medio y largo plazo también se van a ver afectados. Por eso desde UGT vemos necesario empezar a aplicar medidas de transición justa más allá del sector energético. Analizar otros sectores para ir planificando las medidas e impulsando las oportunidades que en esta transición se van a generar (que son muchas)”.
“De ahí que el sindicato haya desarrollado el proyecto MAVETJ, un mapa de vulnerabilidad del empleo para una Transición Justa, con el objetivo de favorecer una transición justa en los sectores productivos principalmente implicados en la adaptación al cambio climático, evitando las consecuencias negativas en el empleo y analizando las oportunidades y los yacimientos laborales derivados de la transición ecológica”, ha añadido, “y aunque queda camino por recorrer, se ha avanzado bastante. Hace unos pocos años únicamente los sindicatos hablamos de transición justa y ahora está en las políticas de los gobiernos, en el pacto verde europeo y otras entidades. Necesitamos ambición climática sí, pero no podemos olvidarnos de la parte social, ni de los puestos de trabajo que se van a ver afectados”.
Los fondos europeos, una oportunidad histórica
Ana García de la Torre ha subrayado que “debemos construir un nuevo sistema productivo y social que constituya una importante fuente de empleo verde y de calidad. Para ello es necesario usar los fondos europeos de la forma acertada para salir de la crisis con justicia climática y social, pero tenemos que ser conscientes de que se necesita una muy buena planificación y coordinación entre las administraciones públicas (gobierno, comunidades autónomas y entidades locales)”.
“Es muy importante que los fondos lleguen al terreno y tienen que generar riqueza y oportunidades en el mundo rural y no únicamente a las grandes empresas por ello es tan importante que los agentes sociales participemos en las decisiones de reparto, así como en el control de los indicadores y la valoración de los objetivos establecidos y alcanzados por eso reclamamos que se desarrollen ya las Mesas de Diálogo Social”.
La Secretaria de Salud Laboral ha advertido que “sería inasumible que la ayuda de Europa viniera de la mano de más recortes en el empleo, en los salarios o en las pensiones y hay que estar muy vigilantes para que las empresas no se aprovechen de estas ayudas y que se reviertan en beneficio de la empresa y las personas trabajadoras”.
“Los fondos tienen que servir para reconstruir y resulta imprescindible que vayan destinados a sectores muy golpeados y a generar el necesario cambio de modelo productivo que necesita nuestro país. Un modelo que se destine a más industria, energía, innovación, tecnología, digitalización, formación y una economía más verde, productiva, eficiente y socialmente justa. Apostar por las energías renovables, la eficiencia energética, la economía circular, la agricultura y ganadería ecológica, la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios, la protección de la biodiversidad, el turismo sostenible, la gestión sostenible y eficiente del agua, etc. nos aportará, además de beneficios ambientales, beneficios desde el punto de vista económico y social”.
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