Los datos del IPC adelantado del mes de septiembre, publicados hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 3,5%, nueve décimas más que en agosto. Este notable repunte se explica por la continua subida de los precios energéticos (que se moderaron mucho a finales de 2022), un fenómeno que se mantendrá activo durante el último cuatrimestre del año, elevando de forma progresiva la tasa general de precios.

Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, se reduce tres décimas respecto al mes anterior, alcanzando una variación anual del 5,8%. A pesar de la leve moderación, para UGT sigue siendo un valor muy elevado y preocupante, en tanto revela el mantenimiento de las presiones inflacionistas en muchos productos básicos para las familias trabajadoras.

Por ello, UGT reclama con urgencia el despliegue de políticas encaminadas a incrementar la competencia y limitar los beneficios empresariales en sectores como el de la distribución alimentaria, a fin de garantizar precios justos y asequibles para la ciudadanía. Igualmente, es necesario seguir manteniendo las medidas anticrisis para consumidores vulnerables, ya que el encarecimiento de precios sigue siendo muy perjudicial para los hogares con menos recursos. En este sentido, se deben aprobar medidas excepcionales que cubran el desproporcionado encarecimiento de la cuota mensual en hipotecas a tipo variable, evitando así una nueva oleada de desalojos en nuestro país.

Además, UGT exige la necesidad de seguir impulsando los salarios. Los convenios firmados en 2023 muestran una subida salarial media del 4,3%, por encima de la inflación general, lo que demuestra que los incrementos refrendados en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ya están teniendo efectos positivos. Sin embargo, debemos seguir luchando e insistiendo hasta lograr que la recuperación del poder adquisitivo sea una realidad extensible al conjunto de la clase trabajadora.