Los precios suben y los salarios deben crecer más porque es de justicia social

Fecha: 14 Jun 2018

El salario más frecuente en España no alcanza los 1.000 euros


  • ​Crecen los precios, la economía y los beneficios empresariales, pero los sueldos continúan prácticamente congelados.
  • Los precios seguirán subiendo y es necesario garantizar que los salarios no perderán poder de compra. Hay que asegurar, en la negociación colectiva, que los sueldos no crezcan menos que la inflación, que recuperen parte del poder de compra perdido en los años anteriores, y que, allí donde sea posible, en función de la productividad generada, los sueldos crezcan más.
  • UGT reclama un salario mínimo de convenio de 1.000 euros, y cláusulas de garantía salarial que aseguren el poder adquisitivo frente a la subida de los precios.
  • El sindicato llama al nuevo Gobierno a reorientar la política económica y revertir la reforma laboral.

El INE ha publicado los datos del Índice de Precios de Consumo correspondiente al mes de mayo, que refleja un repunte hasta el 2,1% en tasa anual, con un aumento de nueve décimas en variación mensual, debido esencialmente al incremento de los precios de carburantes y de la electricidad. Esta la tasa más elevada desde el mes de abril de 2017, cuando se situó en el 2,6%.

A final de mayo el INE publicó la Contabilidad Nacional correspondiente al primer trimestre, que reflejaba un crecimiento trimestral del 0,7%, y un crecimiento del 3% en términos anuales. Sin embargo, revela síntomas preocupantes: se desacelera la inversión, el crecimiento de la industria y la creación de empleo, que además es un empleo precario y con derechos laborales muy recortados.

Sin embargo, los salarios continúan prácticamente congelados, la remuneración por asalariado aumenta solo el 0,4%, mientras el excedente empresarial crece a un ritmo del 4,8%.

Lo que queda claro, tal y como prevén la mayoría de analistas, es que la inflación va a repuntar en lo que queda del año, y que eso repercute en una pérdida de poder de compra de los salarios. En una situación en la que el PIB está creciendo (por quinto año consecutivo) por encima del 3%, y las empresas obtienen beneficios récord, no es admisible que los trabajadores y las trabajadoras vean reducida su capacidad de compra, como ya sucedió en 2017, en el que los salarios reales se redujeron en 1,9 puntos porcentuales, y que se añaden a la pérdida sufrida de 2009 a 2013 (7 puntos porcentuales).

Casi la mitad son salarios inferiores a dos veces el SMI

Hasta el mes de abril, ya hay 5,75 millones de trabajadores con las condiciones salariales pactadas para 2018, con un incremento medio del 1,59%, por lo que casi con seguridad no ganarán poder de compra en este año (se estima que el IPC medio estará en torno al 1,5%). Esta situación no puede continuar.

Los niveles salariales en nuestro país son extraordinariamente reducidos, como ponen una vez más de relieve los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2016, publicada por el INE. Según esta encuesta, el salario más frecuente en España es de 16.497,40 euros al año, lo que en términos netos, una vez descontadas las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF, supone unos ingresos mensuales de tan solo 993 euros al mes. Y casi la mitad de los asalariados y asalariadas cobran menos de dos veces el salario mínimo interprofesional (el 45,7%). Pese a la buena situación de las empresas, aumentan quienes perciben sueldos bajos, que no permiten llegar a fin de mes.

En 2016, el salario medio creció tan solo un 0,2% respecto del año anterior, una cifra similar a la que reflejó la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (0,1%). Se trata del aumento más reducido del salario medio registrado por esta encuesta en la actual etapa expansiva, que comenzó en 2014 (en 2014 fue el 0,7%, y en 2015 el 1,1%). Es decir, que los sueldos están prácticamente congelados, a pesar de la bonanza de la economía, y que lejos de acelerar su aumento, incluso se reduce.

Dignificación de los salarios más bajos

Por todo ello, los salarios deben crecer más. Se dan las condiciones económicas para que así sea, y las empresas deben asumirlo. Es necesario por razones de eficiencia económica (aumentar el consumo de las familias e incentivar mejores empleos) y de justicia social (reducir los niveles de pobreza y la desigualdad).

Por eso, el planteamiento de UGT en la negociación colectiva pretende conseguir que se asegure que los salarios en ningún caso crecerán menos que la inflación, que además recuperen parte del poder de compra perdido en los años anteriores, y que, allí donde sea posible, en función de la productividad generada, los sueldos crezcan más. Y también defendemos que se dignifiquen los salarios más bajos, por lo que reclamamos un salario mínimo de convenio de 1.000 euros.

Además, vamos a defender la inclusión en los convenios de cláusulas de garantía salarial que preserven el poder adquisitivo negociado de la evolución de los precios. La patronal no puede seguir pidiendo subidas salariales de crisis cuando las empresas obtienen beneficios históricamente elevados y reparten más dividendos que nunca.

La Unión General de Trabajadores reclama al nuevo gobierno la inmediata adopción de medidas para que se reduzca la precariedad, mejorar las condiciones laborales y equilibrar la negociación colectiva. Y para ello es preciso revertir la reforma laboral.

UGT insiste en la necesidad de orientar la política económica hacia la consecución de más industria, encarando de una vez por todas el necesario cambio de modelo productivo, para conseguir una estructura económica más fuerte, respetuosa con el medio ambiente, pasando de una economía basada en la especulación y el turismo en condiciones precarias a otra, basada en una industria de alto valor añadido en sectores sostenibles que generen más empleos y de mayor calidad.


>> Audio valoración de Gonzalo Pino, Secretario de Política Sindical de UGT

Fuente: UGT