Según los datos estadísticos de avance facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes al mes de Julio de 2023, se han producido 688.672 accidentes de trabajo, de los que 360.594 han causado la baja laboral de la persona trabajadora (lo que supone una bajada del 0,7) y se han notificado 328.078 accidentes de trabajo sin baja (un 2,7% más, con respecto al mismo periodo de 2022). 

Además, se registran 399 accidentes mortales, 76 menos respecto a los datos de avance de los primeros siete meses del año de 2022, descendiendo esta cifra en un 16%. A ello cabe añadir que 2 personas trabajadoras mueren al día en accidentes de trabajo.

Para Ana García, Secretaria de Salud Laboral de UGT, “estas cifras siguen siendo alarmantes. Y debemos recordar que detrás de estas estadísticas hay personas. Es cierto que los accidentes mortales, tanto en jornada como in itinere, han descendido, pero casi 400 muertos suponen, aun así, una cifra elevadísima para una sociedad como la nuestra. No nos resignamos y no debemos normalizar las muertes en el trabajo. Hay que visibilizar esta lacra para conseguir acabar con ella.”

Además, las estadísticas reflejan cómo afectan a la seguridad y salud en el trabajo las altas temperaturas que se han alcanzado en nuestro país durante el verano.  Han aumentado los accidentes relacionados con la exposición a altas temperaturas, se produjeron 128 accidentes por calor e insolación, de los que 2 fueron mortales y 70 por efectos de las temperaturas extremas. Los primeros aumentaron en un 19,6% y los segundos en un 18,6% respecto al mismo periodo de 2022. A este respecto, Ana García ha pedido que “en las empresas se negocien protocolos para garantizar la protección de la seguridad y salud de las personas trabajadoras ante fenómenos meteorológicos extremos, tanto para los casos de exposición a altas temperaturas como, por ejemplo, para las lluvias tan intensas que se produjeron la semana pasada en algunos puntos de la península.”

Desde UGT nos reiteramos en nuestra propuesta de articular un Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral de forma inmediata, por lo que instamos al futuro Gobierno que se forme, a que abra una Mesa de Diálogo Social en materia de prevención de riesgos laborales, donde se negocie dicho Plan de Choque. Entre las materias que debe incluir, no pueden faltar los riesgos psicosociales, que están relacionados con la primera causa de muerte por accidente laboral en nuestro país, que son los infartos y derrames cerebrales. Ana García ha referido que “Es evidente que la salud mental de las personas trabajadoras se encuentra deteriorada. Durante los primeros siete meses del año han muerto 150 personas trabajadoras por infartos o derrames cerebrales ocurridos durante la jornada de trabajo.

Desde el sindicato reivindicamos la creación de una figura similar a la del Delegado/a Territorial de Prevención de Riesgos Laborales a nivel estatal. Lo que ayudaría, sin duda a mejorar la PRL en las PYMES de nuestro país que no tiene representación sindical. 

Por último, insistimos en que hay que dotar de más recursos humanos y materiales; a la Inspección de Trabajo, para que controle el cumplimiento de las normas y a la Fiscalía de Salud Laboral, para que investigue y depure responsabilidades. No podemos consentir que estas muertes queden impunes.