En la concentración, en la que han participado por parte de UGT, el coordinador del Área de Acción Climática y Transición Ecológica Justa, Wifredo Miró, junto a representantes de UGT-Madrid y de FeSMC-UGT, muchos de los asistentes estaban vestidos con pijamas para simbolizar el placer de ir durmiendo mientras se viaja de manera segura y sostenible en transporte ferroviario. Tanto Alianza por el Clima como la Alianza Ibérica por el Ferrocarril son plataformas integradas por numerosas organizaciones sociales, ecologistas y sindicales, entre cuyos objetivos está la reducción de emisiones del transporte y el apoyo al ferrocarril.

Alianza por el Clima y la Alianza Ibérica por el Ferrocarril consideran que en la situación de emergencia climática declarada tanto por el Gobierno como por la Unión Europea y ante la necesidad planteada por esta de reducir las emisiones en un 55% antes de 2030 resulta fundamental tomar medidas urgentes en el sector de transporte, que es el que más CO2 emite y el que tiene perspectivas más difíciles de descarbonización, tal como evidencia el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC).

En el ámbito del transporte resulta especialmente importante reducir las emisiones de la aviación, porque es el modo de transporte que más emisiones de CO2 tiene por pasajero/km y el que más está creciendo en todo el mundo. Hay que tener en cuenta que, aunque para algunos modos de transporte existe la complicada opción de la electrificación de vehículos, para el transporte aéreo no hay ninguna alternativa tecnológica de descarbonización y en él el queroseno derivado del petróleo es prácticamente el único combustible disponible. El uso del combustible sostenible de aviación (SAF) se emplea actualmente sólo en alrededor de un 1% del total de vuelos y el objetivo europeo para uso de este combustible es únicamente de un 2% para 2025 y de un 5% para 2030.

Una de las medidas que se está adoptando en otros países europeos es la de eliminar los vuelos en conexiones domésticas que tengan una alternativa ferroviaria en términos de tiempo de viaje y conectividad. 

Actualmente existen innumerables conexiones en tren entre ciudades de la península con tiempos de viaje inferiores a 4 horas que podrían evitar viajes en avión. En relación con la recuperación de trenes nocturnos para conexiones internacionales habría que reestablecer el servicio nocturno entre Lisboa y Madrid, a través de Salamanca y Fuentes de Oñoro, con Hendaya para conectar con Francia y establecer otro servicio entre Lisboa y Madrid, a través de Badajoz y Elvas, con Barcelona (con cambio de ejes en los alrededores de Madrid).

En cuanto a las conexiones nocturnas nacionales, deberían recuperarse los servicios transversales Barcelona-Galicia, Madrid-Galicia y Barcelona-Granada, que prestaron servicios hasta fechas recientes; estudiándose la recuperación de otras conexiones más antiguas (transversales Cataluña-Andalucía y Madrid-Cornisa Cantábrica) que serían alternativa a otros vuelos domésticos. El Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana debería plantearse con urgencia la limitación de esos vuelos peninsulares que tengan alternativa ferroviaria.

Por otra parte, las conexiones ferroviarias internacionales mencionadas antes son particularmente importantes para facilitar la llegada de turistas europeos y disminuir la huella climática del sector del turismo. Ahora que se está elaborando la Estrategia de Turismo Sostenible en España 2030, y que incluye elementos de movilidad hacia los destinos, esta debería ser una prioridad.